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La Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó que su segunda misión en Colombia se iniciará oficialmente este martes, cuyo rol será el de la verificación de la reincorporación política, económica y social de los exguerrilleros de las Farc, así como la implementación de los programas de protección y seguridad personal tanto para los excombatientes como para las comunidades y organizaciones sociales en los territorios. (Lea: Fin definitivo a la dejación de armas de las Farc)
De acuerdo con el Informe del Secretario General sobre la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia , del pasado 30 de agosto, esta nueva misión “deberá colaborar más estrechamente en el desarrollo de su mandato, en particular la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio de Defensa Nacional, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía General de la Nación, la policía nacional y las fuerzas armadas”.
En ese sentido, también deberá mantener presencia del organismo internacional dentro o cerca de las 26 zonas veredales en donde se habían concentrado los guerrilleros y que ahora pasaron a llamarse zonas territoriales de capacitación y reincorporación. (Entérese sobre cómo va la construcción del acuerdo de paz)
La nueva misión de la ONU contará con, en una mayoría, persona civil “que trabajará en equipos con los observadores internacionales que no llevarán armas ni uniformes”. Sin embargo, a nivel regional contará con grupos combinados con capacidad de ocuparse de cuestiones de seguridad. “Los equipos locales en las zonas territoriales de capacitación y reincorporación y las suboficinas serán pequeños y estarán integrados por personal civil de las Naciones Unidas y observadores, con un equilibrio entre expertos militares y policiales”, señala el documento.
La primera misión de la ONU terminó labores oficialmente el pasado viernes con la inhabilitación de la totalidad de las armas de las Farc que habían sido depositadas en las zonas veredales de normalización y que habían sido extraídas de las caletas ejecutadas e informadas por la guerrilla. No obstante, en ese punto aún quedan pendientes algunas caletas, proceso que quedó en manos del Gobierno Nacional.