A través de un comunicado la guerrilla de las Farc aseguró que la muerte de los dos indígenas en el cauca fue producto de una persecución por parte de la guardia de la Comunidad Nasa que no permitió colocar en su territorio propaganda alusiva a la muerte de Alfonso Cano.
Según la guerrilla los indígenas “se empeñaron en agredir físicamente y despojar de sus armas a los tres milicianos que habían instalado las vallas. Otros milicianos que acudieron en su apoyo, se vieron forzados a hacer algunos tiros al aire, como alerta para garantizarles la retirada a sus compañeros”.
Y agregan que en una actitud “incomprensible”, los indígenas persiguieron a los milicianos para detenerlos, lo que según ellos, obligó a que un miliciano “acosado por una lucha cuerpo a cuerpo”, empleara “su arma, con el fatal resultado de la muerte de los guardias Daniel Coicué y Manuel Antonio Tumiñá”.
Las Farc dice lamentar el incidente y sostiene que su lucha no es ni ha sido contra el movimiento indígena de Colombia y rechazan “el hecho de que se nos quiera adjudicar la muerte de otro indígena en condiciones que desconocemos. A la vez desmentimos con vigor nuestra autoría en las amenazas que a nombre nuestro han puesto a circular personas inescrupulosas, en las cuales se declara objetivo militar a algunos líderes indígenas, dentro de un supuesto plan de guerra. Nada más apartado de la realidad”.