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El Hotel Portobelo Convention informó que días antes de la muerte de la familia bogotana en sus instalaciones realizaron una fumigación con químicos. El procedimiento fue realizado por Livingston & Company E.U., una empresa externa que presta servicios en la isla desde 2012. El hotel pidió a la compañía toda la información técnica, fechas, personal y productos usados, especialmente los aplicados durante la semana de los hechos.
Viviana Canro, su esposo Tito Nelson Martínez y su hijo de cuatro años fueron hallados muertos el 11 de julio en una habitación del hotel. Medicina Legal aún no ha establecido la causa de la muerte. El hotel informó que entregó los registros del procedimiento de fumigación y suspendió de forma preventiva la operación en el piso donde ocurrió la tragedia.
En el comunicado, el hotel aseguró que está colaborando con las autoridades. Indicó que ha recibido inspecciones y que entregó documentación sobre mantenimientos y servicios de terceros. También solicitó y facilitó el ingreso de Fiscalía, Policía, Bomberos y otras entidades para la investigación.
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Portobelo señaló que la familia fallecida tenía una reserva hecha desde octubre de 2024, y que los padres de Viviana, que también estaban en la isla, se hospedaban en otro hotel de la cadena, el Tone II, con una reserva distinta hecha en marzo de 2025. Aclararon que aunque los edificios son vecinos, tienen registros turísticos diferentes.
Tras el hallazgo, el hotel activó el plan de asistencia al viajero para apoyar el traslado de los cuerpos a Bogotá. También ofreció acompañamiento a los familiares y los reubicó en otro hotel de la misma cadena. A los demás huéspedes de la zona donde estaba la familia les ofrecieron cambio de habitación y aunque inicialmente prefirieron quedarse, fueron reubicados por precaución.
La habitación y el piso completo donde ocurrieron los hechos quedaron bajo custodia para facilitar las diligencias judiciales. El hotel desplegó un equipo técnico con ingenieros, arquitectos y personal de mantenimiento que inspeccionó las instalaciones. Además, afirmaron que no hay ductos de gas en las habitaciones.
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La empresa fumigadora también presta servicios a Coralina, el colegio El Carmelo y otras cadenas hoteleras, según mencionaron en el comunicado. Portobelo pidió a la compañía las fichas técnicas de los químicos usados, el nombre de los operarios y las condiciones del procedimiento.
El hotel también revisó el historial de solicitudes de Viviana Canro. Confirmó que pidió el cambio de habitación por humedad, pero no se atendió de inmediato por alta ocupación. La mujer envió audios a su hija mayor, quien no estaba en la isla, las condiciones de la habitación que tenía mal olor, presencia de moho y síntomas de vómito en el menor de edad desde su llegada.
El establecimiento aseguró que su prioridad ha sido atender a los familiares y colaborar con la investigación. Reiteró su disposición para entregar información, mantener la transparencia y tomar las medidas necesarias. “Para nosotros es prioritario esclarecer lo ocurrido de manera pronta y rigurosa”, concluyó el comunicado.