Los efectivos y los civiles permanecen desde el domingo en la Casa Indígena de esa población del Putumayo, una de las regiones del país más afectados por el derrumbe de las llamadas pirámides.
El comandante de la policía en la región, el coronel Harold Martín Lara, dijo desde Orito que entre los civiles retenidos está Douglas Eduardo Rosero, hijo de la administradora de Global Vital, pirámide de ese municipio que fue intervenida.
Lara explicó en declaraciones por teléfono a Caracol Radio que Rosero, tres vigilantes y cuatro policías conforman el grupo de retenidos por los aborígenes.
La retención se registró cuando Rosero buscaba salir de Orito, con escolta policial, que había solicitado el sábado ante amenazas que recibía, al parecer, de clientes de la pirámide.
"Se tomó la decisión de sacarlo de la ciudad, porque estaba siendo objeto de muchísimas amenazas", agregó el oficial, que rechazó versiones según las cuales los efectivos y los civiles escapaban con dinero de la entidad ilegal.
Rosero llevaba siete millones de pesos (unos 2.971 dólares), indicó Lara, pero aclaró que se trataba de dinero para gastos personales.
El jefe policial dijo que sus subalternos "cumplían con la misión de darle protección" hasta Mocoa, la capital regional, que era el destino de Rosero.
"Esperamos que en el día de hoy los entreguen y se aclare el asunto", prosiguió el coronel Lara, que el domingo mantuvo una primera reunión con los aborígenes, con la mediación de las autoridades civiles de la localidad.