La fiscal seccional Esperanza Navas fue asesinada el martes 8 de junio por hombres que llegaron hasta su casa, ubicada a media cuadra de la oficina de la Fiscalía en el centro de Tibú, Norte de Santander. Barbosa señaló que el equipo de fiscales e investigadores que trabajan para esclarecer los hechos tiene tres hipótesis sobre la muerte de la funcionaria.
La primera señala que el asesinato de Navas pudo deberse a su función como fiscal. La segunda estaría relacionada con unos “patrones de muertes de mujeres que hemos tenido en este municipio”, señaló el fiscal, que agregó que la tercera línea de investigación está vinculada a la conflictividad que se ha observado en la región donde el Frente 33 de las disidencias de las Farc y el Eln se enfrentan por el control territorial de esta zona fronteriza.
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Barbosa, quien aseguró que pronto se le darán resultados al país sobre este caso, se refirió también sobre las ocho mujeres tibuyanas asesinadas entre el 5 de mayo y el 5 de junio. Señaló que fiscales del grupo nacional de género de la entidad y de la seccional del departamento, ya se encuentran trabajando con el fin de “caracterizar a las víctimas, identificar posibles patrones comunes de violencia, así como coincidencias a nivel de heridas, tipo de arma y lugar de ocurrencia”.
Jhon Asacanio, personero de Tibú, le manifestó a El Espectador que, además de las ocho denuncias por estos asesinatos, la Fiscalía también se encuentra investigando otras cuatro muertes de mujeres que ocurrieron en zonas rurales del municipio. Mientras tanto, el fiscal general, indicó que un cabecilla del Frente 33 de las disidencias de las FARC, conocido con el alías del “mocho Olmedo”, fue capturado por su presunta responsabilidad en dos de los ocho asesinatos registrados este último mes.