:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/HCfnQ0p-S4zBm9kbwS4H22HXRVY=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/BSJMCYPV5FHELJM2OV5SK6L7CY.jpg)
Hoy era un día especial para el torero español (nació en Cádiz) Octavio Chacón. En su primera tarde en La Santamaría salió con la montera en su mano derecha como muestra de respeto a los aficionados y al coso taurino en el que confirmó alternativa con el toro Fogonero (negro), de 491 kilos, de la ganadería Mondoñedo (fundada en 1923).
Desde su ingreso al ruedo, el astado no definió la embestida, se frenó en la mitad del recorrido y estuvo aferrado a la arena. Poco pudo mostrar Chacón con el capote. Fue picado en contraquerencia, sitio en el que no se puede evaluar la bravura del toro.
Palmas para la cuadra de Chacón en banderillas, quien recibió la muleta de su padrino de confirmación, el también español Fernando Robleño. El colombiano Juan de Castilla hizo las veces de testigo.
Ante la compleja embestida de Fogonero, Chacón mostró recursos y lo lidió a media altura, con suavidad y temble. Una buena tanda ejecutó con la izquierda, donde bajó la mano, citó y embarcó la embestida de un toro al que le faltó motor. Lo intentó de nuevo al natural pero la calidad del animal no le permitió lucirse con la muleta.
Chacón perdió la oportunidad de cortar una oreja al entrar a matar de forma defectuosa.
Más mansos que encastados
El segundo de la tarde, Leñador, negro y de 490 kilos de peso, le correspondió a Robleño, quien lo lidió suave con el capote, enseñándole a embestir.
Llevaron cuatro veces el toro al caballo, sin ser picado en ninguna de las ocasiones. Mostró falta de casta en el tercio de vara y no fue cambiado por la presidencia, tras fuerte petición del público.
Deslucido y desordenado el tercio de banderillas ante un toro difícil de lidiar, que mereció las negras pero estas no estaban entre los palos disponibles para la tarde. Nuevamente la presidencia estaba viendo otra corrida y no lo consideró.
En la muleta, la embestida de Leñador mejoró ante lo mostrado en los tercios anteriores. Robleño, toreando fuera de cacho, logró algunos pases valiosos con la mano derecha ante un toro que sabía lo que dejaba atrás y que embistió a media altura, buscando el cuerpo del torero.
Estocada completa y perpendicular. Vuelta al ruedo para Robleño y pitos en el arrastre para el toro.
Hoyador, de 510 kilos, toro castaño requemado, fue aplaudido en su salida. Juan de Castilla recibió con verónicas la embestida alegre del astado. Fue bien picado por Rafael Torres.
El público reconoció la labor en banderillas de la cuadra del colombiano, quienes se desmonteraron y recibieron la ovación.
La calidad de la embestida de Hoyador, superior a la de los dos toros anteriores, le permitió al torero colombiano citar de lejos, bajar la mano y rematar muletazos con la derecha en los que el astado humilló. Por el pitón izquierdo, de menor calidad, De Castilla logró pases suaves, pero perdió la muleta.
Remató la faena con una serie de manoletinas. Tres cuartos de espada en su primer intento, en buen sitio. Espada completa en el segundo. Palmas en el arrastre para Hoyador y silencio para el colombiano.
Valor y aguante
Tejedor, cuarto en el orden de lidia, negro, listón y astifino, de 462 kilos, no se dejó ver en el capote. Bien picado por Clovis Velázquez y un gran par de banderillas de Ricardo Santana, aplaudido por los tendidos de La Santamaría.
Brindó Robleño a los cerca de 6.000 espectadores. Empuñó la muleta con la mano derecha ante un toro que no humilló y remató sus embestidas por alto, tirando gañafonazos.
Con la izquierda, y ante un ejemplar que se frenaba, logró muletazos llenos de valor, de uno en uno. Volvió al pitón derecho pero las condiciones del astado no cambiaron.
Intentó tejer su faena por el izquierdo, llamando continuamente la atención del toro para 'robarle' muletazos. Espadazo de Robleño, tendido a la derecha, y una oreja para el español.
Chacón y Tocayito, castaño requemado de 464 kilos, se encontraron en el capote del español con una embestida alegre, en la que el torero acompañó los vuelos del capote con su cuerpo. Delantales y remató con una rebolera para llevarlo al caballo. Bien picado el astado y palmas para el picador.
Quite por chicuelinas de Chacón y cierre a la cintura con rebolera. La faena del español empezó con la mano derecha, pases templados y profundos. El toro no tuvo recorrido, pero a fuerza de ponerle la muleta en la cara fue sumando, sonó el pasodoble y al natural logró algunos muletazos. Se rajó el astado y concluyó su actuación. Silencio.
De Castilla entendió a Canciller
Cerró la tarde De Castilla con Canciller, toro negro de 453 kilos. Recibió al toro con verónicas, dos de ellas largas y con la rodilla en la arena.
Brindó Juan de Castilla a César Rincón. Se dobló con el toro en muletazos por el pitón derecho y continuó la faena por ahí, llevando al toro que mejor embistió en la tarde, embarcando sus acometidas muy adelante y descargando la muleta con profundidad.
La música bajó por los tendidos de La Santamaría. De Castilla tomó la muleta en la mano izquierda y dio muletazos templados. Su traje rematado en hilos color plata brilló.
Apareció nuevamente su mano derecha pero la calidad de la embestida del animal cambió. Entro a matar decidido, atacó el morrillo con su espada y cortó una oreja.
La temporada taurina de Bogotá 2019 culmina el próximo domingo, 24 de febrero. En la corrida goyesca se lidiarán toros de Ernesto Gutiérrez y el cartel estará conformado por el español Enrique Ponce, el francés Sebastián Castella y el colombiano Ramsés.
Resumen de la corrida de Feria.TV