Tragedia de Dosquebradas fue en el mismo sitio del derrumbe de hace dos años

Derrumbes similares se han presentado en la zona en 2022 y en 1989.

Foto: Ministerio de Defensa

La alcaldía de Dosquebradas declaró la calamidad pública luego de que las fuertes lluvias provocaron un deslizamiento en la misma zona en la que hace dos años murieron alrededor de 17 personas en hechos similares, que se presentaron luego de un represamiento del río Otún ocasionó un derrumbe, que terminó sepultando varias viviendas del barrio La Esneda.

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En esta ocasión, la emergencia se presentó sobre las 9:30 a.m. del pasado 4 de mayo, luego de que llovió en la zona. El derrumbe cayó sobre por lo menos cuatro viviendas que estaban al final de una manzana, dejando sepultadas a siete personas.

Dos de ellas, Tania Alejandra Bustamante Mosquera, de 12 años, y Diyireth Mosquera Calle, de 19 años y quien era tía de la niña, fueron encontradas muertas en el lugar, mientras que Nelson Bustamante, de 57 años y padre de la menor de edad, murió camino al Hospital San Jorge de Pereira.

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Hubo otras cuatro personas rescatadas, entre las que se encuentra Miguel Ángel Hidalgo y tres menores de edad, de 14, 11 y 7 años, que son de la misma familia y que son atendidos en el Hospital de Pereira.

En el rescate participaron integrantes del Batallón de Atención y Prevención de Desastres N.° 80 de la Octava Brigada del Ejército, del que hace parte un canino, Puca, que fue clave en el rescate de otros animales, como del cuerpo de la joven de 19 años.

Sobre la tragedia, el alcalde de Pereira, Mauricio Salazar, señaló: “acá hay un riesgo cantado desde hace mucho tiempo y tiene qué ver con esta ladera que permanentemente amenaza a esta comunidad y más cuando se presentan estas épocas de lluvia. Hay que buscarle una salida al riesgo de que padece esta comunidad, que es sometida a una tragedia cada tanto tiempo. Necesitamos articularnos con la Gobernación y presionar al Gobierno Nacional”.

El barrio La Esneda es un sector en alto riesgo no mitigable, debido a que es un terreno inestable en el que se hay riesgo de fenómenos de remoción en masa, inundación y avenidas torrenciales, como la ocurrida el 6 de octubre de 1976, que cobró la vida de 71 personas en el barrio Risaralda.

Por ello se ha ordenado la reubicación de las familias que viven en la zona, en especial después de la tragedia que se presentó en 2022, pero los gobiernos locales señalan que no cuentan con recursos. Por ello, el gobernador de Risaralda, Juan Diego Patiño, pidió al presidente Petro ayuda para solucionar la problemática de las 138 familias que deben ser reubicadas.