La intensificación de los enfrentamientos armados entre las Farc, el ELN y las denominadas Autodefensas Gaitanistas (AGC) tienen azotado el Bajo Atrato chocoano, donde unos 10.000 habitantes están acorralados en esta sangrienta lucha por el dominio del narcotráfico en Riosucio y Carmen del Darién.
La Defensoría del Pueblo emitió una alerta temprana para advertir sobre la situación de riesgo que afronta la población civil por los efectos de este conflicto y destacó que desde hace cuatro días el Caserío de Riociego presenta la crisis más apremiante debido que 159 personas debieron abandonar sus viviendas ocupadas por cerca de 200 hombres uniformados, razón por la cual permanecen en un campamento comunitario dispuesto por la Defensoría del Pueblo.
En la zona, convertida en un campo de guerra, se han contabilizado desde el 17 de octubre cinco enfrentamientos entre esas guerrillas y la AGC, que buscan adueñarse de la minería ilegal y el narcotráfico, así como controlar las rutas de salida, por el Golfo de Urabá, de la cocaína y los minerales con destino al Caribe.
En el último mes se han presentado 130 combates y durante enfrentamientos, el 22 de septiembre, en zona selvática del municipio de Riosucio entre el frente 57 de las Farc y miembros de las autodenominadas AGC, el grupo posdesmovilizado retuvo a un menor de edad que hacía parte de las filas de la guerrilla, y quien fue entregado el 30 de septiembre a una comisión humanitaria encabezada por la Defensoría del Pueblo.
En ese caótico y preocupante escenario, el lunes pasado se conoció la captura de 13 extranjeros en zona de minería ilegal, cuya práctica está acabando con los bosques y ríos de la región. Según la autoridad ambiental Codechocó, el 99 por ciento de la minería en ese departamento es ilegal.