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Desde la firma del Acuerdo de Paz con las Farc, el 28 de noviembre de 2016, en el Teatro Colón, hasta la fecha, han sido asesinados 191 excombatientes de la antigua guerrilla, según la Fiscalía. Una de las entidades que vigila y emite alertas ante estas situaciones es la Defensoría del Pueblo, que emitió un documento de cuatro páginas dirigido al ministerio de Defensa en el que denunció que en la zona rural de La Blanquita, en Frontino (Antioquia), el Clan del Golfo (Agc) tiene amenzada a una familia de reincorporados y dicen querer matar a 12 de sus miembros.
Dentro de lo que el grupo criminal llama "objetivo militar" hay siete adultos y cuatro niños.
Según se lee en el documento, las intimidaciones van dirigidas hacia la familia Betancur Guisao, quienes según Ezequiel Martínez, enlace para temas de seguridad de desmovilizados del partido FARC, "están sitiados y amenazados, sin que sepamos muy bien qué está pasando. Es una familia en la que hay tres compañeros que antes estuvieron en el ETCR de Vigía del Fuerte y ya están en Murrí, donde se asentaron 56 reincorporados".
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Hugo Elejalde, alcalde de Frontino, contó a Blu Radio que este problema no es de los últimos días, sino que se remonta a la última semana de marzo. "Pongo a disposición los carros de la alcaldía, pero no mando por ellos, porque me matan los conductores. Debe ir el Ejército y la UNP”, dijo Elejalde.
Esta situación fue puesta en conocimiento de la Séptima División del Ejército y lo que procede es que los militares garanticen a estas personas la seguridad dentro del municipio o que en su defecto puedan salir de la zona sin mayores contratiempos.
Desde la desmovilización de las Farc, el cinturón de oro, compuesto por Frontino, Mutatá y Dabeiba, se convirtió en un campo de disputa en el que el Clan del Golfo prevalece, pero con la presencia también del Eln y estructuras de los Caparros.