El milagro por el que la colombiana María Berenice Duque es beatificada
A partir del 29 de octubre, Colombia tendrá una nueva beata, la número 12; los dos últimos connacionales declarados en esta categoría religiosa fueron dos sacerdotes víctimas del conflicto armado: Jesús Emilio Jaramillo Monsalve y Pedro María Ramírez Ramos.
Ser un modelo de vida e intercesor ante Dios son las dos primeras condiciones que exige el Vaticano para que una persona sea declarada beata. Sin embargo, esa vida ejemplar, a la luz del evangelio, debe ser corroborada por la Congregación para las Causas de los Santos, una institución que también debe certificar la veracidad de algo más complejo todavía: un milagro. Y aunque, según expertos vaticanos, este no es un requisito obligatorio, sí pesa mucho cuando se busca una beatificación. La monja colombiana María Berenice Duque Hencker fue la intercesora de un hecho que la ciencia no pudo explicar: la curación milagrosa de un joven gravemente enfermo.
Gracias por ser nuestro usuario. Apreciado lector, te invitamos a suscribirte a uno de nuestros planes para continuar disfrutando de este contenido exclusivo.El Espectador, el valor de la información.
Ser un modelo de vida e intercesor ante Dios son las dos primeras condiciones que exige el Vaticano para que una persona sea declarada beata. Sin embargo, esa vida ejemplar, a la luz del evangelio, debe ser corroborada por la Congregación para las Causas de los Santos, una institución que también debe certificar la veracidad de algo más complejo todavía: un milagro. Y aunque, según expertos vaticanos, este no es un requisito obligatorio, sí pesa mucho cuando se busca una beatificación. La monja colombiana María Berenice Duque Hencker fue la intercesora de un hecho que la ciencia no pudo explicar: la curación milagrosa de un joven gravemente enfermo.
Además de semejante hecho, la fundadora de las Hermanitas de la Anunciación se dedicó en cuerpo y alma a predicar el evangelio y formó esta congregación, que luego se extendió a quince países. De acuerdo con la Arquidiócesis de Medellín, “esta mujer se santificó en una vida profundamente espiritual y en el servicio a los más necesitados”.
La causa de su canonización comenzó en 1998 en Medellín cuando Juan Pablo II era todavía papa. Las hermanas enviaron cajas cargadas con libros y cartas escritas por la hermana María Berenice, “una obra que se gestó en el silencio, porque es así como Dios habla”, dicen las religiosas de esta comunidad.
Le puede interesar: La economista que puso en aprietos al papa Francisco
Entonces se inició una investigación diocesana que duró cinco años para luego enviar el caso a Roma para su estudio por la Congregación para las Causas de los Santos. Este caso tardó 24 años en resolverse porque se tenía que verificar la autenticidad del milagro que se atribuye a la intercesión de la hermana María Berenice. Dos médicos peritos, designados por la Congregación, determinaron la veracidad de dicha curación.
El 13 de octubre de 2021 el papa Francisco aprobó el decreto que reconoce el milagro por intercesión de la hermana María Berenice Duque Hencker. “Su obra se ha materializado a través de guarderías, preescolares, escuelas, colegios, misiones, movimientos laicales en pequeñas ciudades, barrios marginales y sectores rurales”, aseguró el Vaticano.
Días después, monseñor Ricardo Tobón, arzobispo de Medellín, confirmó que la beatificación de la colombiana será el 29 de octubre, a las 10 de la mañana en la Catedral Metropolitana de la Inmaculada Concepción de María de Medellín, una celebración que encabezará el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para la Causa de los Santos y enviado especial del papa para la ocasión.
Le puede interesar: Las religiosas colombianas que van camino a la santidad
María Berenice nació en 1898 en Caldas, Colombia. Sintió desde joven la vocación a la vida religiosa y en 1917 ingresó en la Congregación de las Dominicas de la Presentación. Según declaraciones al portal católico ACI Prensa del cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo emérito de Caracas, “fue una mujer de fe cristiana viva y firme, de intensa piedad mariana y de gran temple, emprendedora, entusiasta y de muchas y muy variadas iniciativas para anunciar el nombre y el amor de Dios a los más necesitados”.
La monja colombiana murió el 25 de julio de 1993 en Medellín tras una larga enfermedad. Sus restos reposan, como ella lo pidió, en el centro de la capilla de la Casa Provincial de las Hermanitas de la Anunciación de Medellín.
¿Qué milagro hizo María Berenice?
Fue en 2005 cuando Sebastián Vásquez Sierra, de 35 años, fue curado milagrosamente. Este hombre de veinte años, de Medellín, sufría pandisautonomía severa, una variante poco frecuente del síndrome de Guillain-Barré que provoca muchos dolores y la paulatina parálisis del cuerpo.
Pedro Pardo, médico colombiano, informa que esta es una enfermedad huérfana caracterizada por “insuficiencia simpática y parasimpática posganglionar aguda que se presenta varias semanas después de la infección aguda que provoca dolor abdominal, vómitos, estreñimiento, diarrea, gastroparesia, íleo, hipotensión ortostática, disfunción eréctil, frecuencia urinaria, disminución de salivación y sudoración entre otros síntomas”; tiene tratamiento, pero no cura.
Sebastián contó el milagro que recibió en el año 2005. En una entrevista con BluRadio en 2021 relató lo que sucedió en la Semana Santa de ese año: “La enfermedad me afectó el sistema central simpático y parasimpático (…) mi destino era morir”, aseguró. Vásquez Sierra explicó cómo desde que era niño había estado al borde de la muerte en tres ocasiones. En una de esas crisis ya siendo un joven de veinte años una religiosa que visitaba el hospital le regaló una estampita y un vitral de la hermana María Berenice. “Me dijo que me hiciera amigo de la madre”, recuerda.
Según su relato, el lunes de Pascua de ese 2005 estaba con su familia viendo televisión, pero se sintió mal y se fue a su habitación: “Estaba muy cansado, me despedí de ellos y antes de cruzar el umbral de la puerta de mi cuarto en mi silla de ruedas, me llegó a la mente el nombre de la madre María Berenice Duque. Ahí sentí un frío que me envolvió todo el cuerpo, mi cuerpo se levantó y caminé”.
Le puede interesar: ¿El papa ahora sí va a mediar en la guerra de Ucrania?
En declaraciones al diario La Patria, de Manizales, Sebastián dijo: “En ese momento vi cuando del cielo raso de la habitación mía se desprendieron dos destellos de luz y cada uno se posó uno en el hombro derecho y otro en el izquierdo y se quedaron ahí fijos, como los hilos de un títere. De un momento a otro —yo estaba sentado en la silla de ruedas— sin ninguna razón sentí un impulso que me jaló y eran los dos halos de luz, fijos y fuertes, y me jalaron y estaba de pie, pero yo no me explicaba por qué”.
Le relató al periódico que uno de sus hermanos lo vio de pie y llamó a su papá y toda la familia se puso a rezar.
Cerca de 25 personas, entre ellos varios médicos, atestiguaron el milagro. “Él era parapléjico. No podía valerse por sí mismo, pero él deseaba estudiar. Lo llevaban en una silla de ruedas a la escuela”, le dijo a Noticias Caracol la hermana Luz Ofelia Herrón, encargada del proceso de canonización.
La parte triste de esta noticia que tiene felices a los católicos colombianos es que Sebastián murió el año pasado; no pudo ser testigo de la beatificación de aquella que intercedió por él para vivir unos años con menos dolores y mejor calidad de vida. “Mi curación fue paulatina, porque tuve siempre secuelas y tomé medicamentos, pero mi estado de salud mejoró mucho, me sentía bien”, dijo Vásquez Sierra en entrevistas.
“Hay designios de Dios que no entendemos, pero tenemos la certeza de que se encuentra gozando de la presencia de Dios y la madre Berenice, nos reunimos en oración con su familia”, informó la comunicación de las Hermanitas de la Anunciación.
¿Cuántos beatos tiene Colombia?
La lista no es muy larga. Serían doce con la nueva beata, entre ellos Juan Bautista Velásquez Peláez, Eugenio Ramírez Salazar, Arturo Ayala Niño, Fray Melquíades Ramírez, Mariano de Jesús Euse Hoyos, Esteban Maya Gutiérrez, Gaspar Páez Perdomo, Rubén de Jesús López Aguilar, Jesús Aníbal Gómez, Emilio Jaramillo Monsalve y Pedro María Ramírez Ramos.
El papado de Francisco ha sido uno de los más prolíficos en la beatificación, pues hasta hace dos años eran cerca de 1.500 los nuevos beatos de la Iglesia católica. Los últimos en llegar a esos honores fueron los sacerdotes colombianos Jesús Emilio Jaramillo, obispo de Arauca asesinado por el Ejército de Liberación Nacional (Eln) en 1989 y Pedro María Ramírez Ramos, conocido como el “mártir de Armero”, que murió el 10 de abril de 1948.
“Con inmensa alegría vemos la beatificación de María Berenice Duque, bautizada en Colombia, de alguien que encontró su vocación y sumisión y ahora en los altares intercede por nosotros en este camino que busca la reconciliación, la paz y la nueva evangelización en ambiente sinodal”, aseguró monseñor Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia.