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El papa Francisco pidió una paz duradera en Ucrania, un día después de que Moscú contemplara la posibilidad de una mediación del Vaticano para resolver el conflicto desatado tras la invasión rusa del territorio ucraniano, iniciada el 24 de febrero de este año. “No olvidemos rezar, continuar con la oración por la atormentada Ucrania. Que el Señor proteja a ese pueblo y nos guíe a todos por el camino de la paz duradera”, dijo el pontífice durante la audiencia general de los miércoles en la plaza de San Pedro, en un nuevo llamamiento para acabar con el conflicto.
El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, durante su rueda de prensa telefónica diaria, aseguró el martes que están “dispuestos a debatir todo esto (la situación en Ucrania) con los estadounidenses, con los franceses y con el pontífice”. Así, el funcionario comentó la iniciativa del presidente francés, Emmanuel Macron, quien en su reunión del lunes con el papa le pidió que llame al presidente ruso, Vladimir Putin, así como al patriarca de la Iglesia ortodoxa, Kiril, y al presidente estadounidense, Joe Biden, para impulsar un proceso de paz en Ucrania. “Si esto realmente va en el cauce de los esfuerzos para la búsqueda de posibles soluciones, se puede valorar positivamente”, recalcó Peskov.
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Sobre esta posibilidad, el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, afirmó a los medios italianos que “es algo positivo”: “Que haya una apertura de este tipo, evidentemente, es una apertura genérica que luego habrá que realizar tomando en cuenta todos los aspectos, pero que haya una voluntad de hablar me parece una señal”, explicó el “número dos” del Vaticano.
Los pronunciamientos del sumo pontífice frente a la guerra en Ucrania
Meses atrás, en abril de este año, cuando la invasión rusa en Ucrania llevaba un poco más de un mes, el papa Francisco, en su discurso del Domingo de Resurrección, le dijo a los líderes mundiales que “escuchen el grito de paz de la gente”, citando la pregunta que en 1955, en plena Guerra Fría, hicieron el filósofo Bertrand Russell y el científico Albert Einstein, apoyados de otros científicos e intelectuales, sobre la amenaza de la proliferación de las armas nucleares: “¿Vamos a poner fin a la raza humana, o deberá renunciar la humanidad a la guerra?”.
Desde los primeros días de los enfrentamientos, desatados tras la invasión rusa, el jerarca de la Iglesia católica quiso adoptar un papel de mediación entre ambas partes en conflicto, tratando, en principio, de mantener cierta distancia ante lo sucedido. Sin embargo, conforme pasó el tiempo, el tono del Vaticano ha cambiado y se ha vuelto cada vez más fuerte frente a las acciones de Rusia. Por ejemplo, el 6 de marzo, Francisco describió la situación como una guerra y no como una “operación militar especial”, como la llaman las autoridades rusas. Dos semanas después, calificó el conflicto de “agresión” y subrayó que los rusos invadieron un territorio soberano.
Francisco también ha dirigido sus palabras a Putin. El 2 de octubre pasado, manifestó: “Mi llamamiento se dirige sobre todo al presidente de la Federación Rusa, suplicándole detener, también por amor a su pueblo, esta espiral de violencia y de muerte”. Además, haciendo referencia a las “consecuencias incontrolables y catastróficas”, denunció el riesgo de una escalada nuclear.
Según se lee en el diario El País, este cambio de tono es evidente con respecto al empleado en el pasado sobre las guerras exteriores de Rusia, en particular la de Siria, donde el pontífice asumió la postura del multilateralismo y la mediación. Y es que, en 2013, el papa Francisco escribió una carta al presidente Vladimir Putin en la que instaba a los líderes mundiales a buscar una solución pacífica a dicho conflicto.
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