La Fiscalía abrió una investigación para aclarar los hechos que se registraron el pasado lunes 3 de noviembre, en el barrio Olaya Herrera de Medellín, en el que un sujeto murió por un disparo, luego de que agredió con un arma blanca a dos uniformados que atendían una riña en el sector.
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De acuerdo con el reporte de la Policía Metropolitana del Valle del Aburrá, todo comenzó sobre las 12:40 p. m. del pasado lunes, cuando la patrulla del cuadrante atendió un llamado a la línea 123 por una riña entre dos personas en el barrio Olaya Herrera.
El caso se registró en medio de una fiesta en la que hubo un enfrentamiento entre dos hermanos. La discusión escaló al punto que uno de ellos tomó un cuchillo e intentó agredir al otro, por lo que los testigos llamaron a las autoridades.
Lo que siguió quedó registrado en video. Los uniformados ingresaron entre los callejones de la zona hasta que se encontraron con Ghilson Caicedo Angulo, de 28 años, quien comenzó a amenazarlos y perseguirlos con el cuchillo en la mano.
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Mientras el sujeto les decía que salieran de la zona y los incitaba a dispararle, los policías intentaron calmarlo y hasta le dijeron que se iban a ir, pero en medio de un intento de uno de ellos de controlarlo, Caicedo terminó agrediendo a dos uniformados con el cuchillo.
En las imágenes se ve que el sujeto intenta irse del lugar, pero uno de los uniformados le dispara. “El hombre fue trasladado a un centro asistencial, donde falleció. Los dos policías lesionados fueron atendidos en centro asistencial”, añadió la Policía.
Tras lo ocurrido, el secretario de Seguridad de Medellín, Manuel Villa, agregó que “uno de los policías intenta, por todos los medios, evitar que esta agresión se dé y finalmente tiene que usar su arma de dotación para evitar que ese sujeto hubiera terminado agrediendo de manera más grave a los policías. Reacciona, en el ejercicio de la legítima defensa, con el uso legítimo de la fuerza del Estado y usando su arma de dotación”.
Pese a esto, la familia de Caicedo indicó a El Colombiano que, aunque la situación se dio en medio de un momento de exaltación por el licor, el disparo no sería en legítima defensa, debido a que se dio por la espalda, cuando ya no se estaba enfrentando con los uniformados.
El CTI de la Fiscalía realizó las inspecciones correspondientes, mientras que la Policía Metropolitana señaló que “dispuso de un equipo interdisciplinario para acompañar el proceso judicial y disciplinario”.
Sobre los patrulleros heridos se conoce que uno tuvo lesiones en una pierna y el otro en un brazo, pero se encuentran fuera de peligro y recuperándose.