La denuncia de René Bolívar, coordinador de la Unidad de Manejo de la Atención de Desastres, encendió las alarmas después de que se declarara la calamidad pública en Murindó, Antioquia.
Según el funcionario, en una auditoría de la Unidad de Manejo de Desastres, se confirmó que en el registro único de damnificados, enviado por las autoridades de Murindó, se encontraban personas fallecidas, que ya no vivían en el municipio o que estaban registradas dos veces.
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En el informe se anotaron 869 familias que habían resultado afectadas, pero después de la inspección, se concluyó que fueron 263 núcleos familiares los damnificados.
Las autoridades locales declararon calamidad pública por desabastecimiento de agua en el municipio Murindó, Antioquia desde el 9 de febrero de 2019.
Sin embargo, Bolívar dijo que el municipio debería tener una estrategia para responder a la emergencia y contar con recursos económicos para situaciones de esta índole. También aclaró que existen inconsistencias en el informe, al ser el mismo que habrían entregado en años pasados para emergencias similares.
Por su parte, el alcalde del municipio, Jorge Eliécer Maturana, dijo que la sequía había afectado gravemente a cinco comunidades en el área rural. El casco urbano resultó perjudicado, ya que el bajo nivel de precipitaciones no permitió que las personas recolectaran aguas pluviales.
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Maturana confirmó recientemente que, en enero de 2019, llegaron al municipio grandes cantidades de agua, de las cuales no queda nada. Además, frente a la Alcaldía de Murindó, los indígenas han protestado para que se les brinde el líquido. Según la alcaldía, la sequía afectó a más de 2.500 personas y a dos comunidades indígenas de la zona.
De otro lado, el río Atrato, proveedor de agua para el municipio está contaminado con mercurio, lo que dificulta la situación de los habitantes para recibir el líquido.