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Durante un debate de control político realizado en el Concejo de Medellín se denunció que los centros penitenciarios de la ciudad están en mal estado. El hacinamiento y malas condiciones de alimentación son dos de los puntos que fueron resaltados para justificar la necesidad de decretar una crisis carcelaria en la ciudad, medida que piden algunos cabildantes y líderes sociales.
Esta medida busca que se destinen $60.000 millones del presupuesto de Medellín para la construcción de nuevas cárceles. Sin embargo, según indicó Luis Bernardo Vélez, concejal de la ciudad, la solución es complicada. “Solamente hay un diseño de la cárcel, pero ni siquiera han escogido un terreno de donde se haría, el tema carcelario es gravísimo en esta ciudad, y no se ve presupuesto para esta situación”.
Actualmente, hay 2.000 personas sindicadas que aún no han sido condenadas, lo que resulta preocupante por el hacinamiento que ya existe en las cárceles.
A finales de septiembre de este año, se denunció una situación de insalubridad en la cárcel El Pedregal, en Medellín: 300 mujeres tuvieron una intoxicación masiva, debido a malas prácticas en la cocina de la cárcel. Además de esto, un reporte de la Personería de Medellín, de agosto de este año, indicó que se estaba sobrepasando en un 22 % la capacidad del albergue y que había escasez de agua y personal médico. Luis Pinzón, secretario Nacional de Derechos Humanos de la Unión de Trabajadores Penitenciarios, señaló que, ante esta situación, la cárcel no podía recibir un preso más.
Por su parte, Gerardo Acevedo, secretario de Seguridad de Medellín, indicó que en las estaciones de Policía ya se están haciendo adecuaciones para mejorar las condiciones de hacinamiento. Agregó que se harán tres centros de reclusión transitorios y que se adelantará la construcción de una nueva cárcel, al lado de El Pedregal.