:format(jpeg)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elespectador/6USY22XY6RETPM6KKMOGGVOWQI.jpg)
El gremio de transportadores marítimos de Buenaventura está atemorizado ante la aparición de una serie de panfletos, firmados por el Clan del Golfo, con mensajes amenazantes. Por eso, han decidido suspender su actividad de transporte fluvial hasta que se den las garantías para retomar su trabajo.
De acuerdo con el presidente de la Asociación de Transportadores Marítimos, Javier Torres, “muchos de nuestros capitanes y motoristas, en especial de las lanchas, decidieron no viajar por los panfletos (...) se generó mucho temor, pues para nadie es un secreto que esta estructura armada tiene el poder de hacer daño”, dijo a Blu Radio. A esto se le suman las acciones que el grupo tomó durante el paro armado.
Las amenazas no solo han afectado a los transportadores, también a varios turistas que han tenido que quedarse por más tiempo en algunas playas e islas, ante la falta de lanchas para retornar al casco urbano, asimismo, hay desabastecimiento en algunas poblaciones del municipio, pues las embarcaciones de cabotaje no están prestando el servicio.
El punto más crítico, en el que también se canceló el transporte terrestre, es el Bajo Calima, en donde desde hace meses los grupos armados se están disputando el territorio y las economías ilegales. “Allá tenemos una situación muy complicada e inclusive, mucha gente se ha desplazado hacia el casco urbano”, agregó el presidente de la Asociación.
Recordemos que, debido a los enfrentamientos en San Isidro, en el Bajo Calima, el pasado 10 de abril, más de 200 personas abandonaron sus viviendas y se acercaron al distrito en la ciudad de Buenaventura. Desde enero se han reportado desplazamientos similares por los enfrentamientos entre el Eln y el Clan del Golfo por el control territorial que se vienen disputando desde el Chocó.
Estos hechos victimizantes se agudizaron mucho más por el paro armado, que dejó como principales afectados a comerciantes, conductores y a la sociedad civil, que han reportado con temor las amenazas que se mantienen en sus territorios, pese a que la organización dio por terminado el paro el pasado lunes 9 de mayo.