El consumo de drogas siempre ha estado en la sociedad, lo que sí ha cambiado es el número de consumidores, que ha ido en aumento y, aunque positivo, hoy se tienen a la mano más estudios y mayores investigaciones sobre todos los riesgos a la salud física y mental que puede acarrear el consumo de sustancias psicoactivas. Y en especial de un tratamiento y prevención que por parte de EPS Famisanar existe en el país para hacerle frente a esta difícil situación.
Partamos por definir lo que son este tipo de sustancias. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las sustancias psicoactivas o drogas son todas sustancias que, “introducida en el organismo, por cualquier vía de administración, produce una alteración del funcionamiento del sistema nervioso central y es susceptible de crear dependencia, ya sea psicológica, física o ambas. Además, las sustancias psicoactivas, tienen la capacidad de modificar la conciencia, el estado de ánimo o los procesos de pensamiento de la persona que las consume”.
Tenga en cuenta que el inicio del consumo de sustancias psicoactivas se puede dar a cualquier edad. Aunque en un gran número comienza a ser consumidores en etapas como la adolescencia, una edad en la que se está más propenso a crear dependencia ya sea psicológica, física o ambas.
Ante una problemática como está lo mejor en centrarse en la prevención a través de la generación de conciencia de lo que implica el consumo de este tipo de sustancias, así como un entendimiento de lo que, dependiendo el tipo de droga, logra generar alteraciones en el sistema nervioso central. Eso sí, teniendo en cuenta su clasificación, ya sea por origen, natural o sintéticas, lícitas o ilícitas, peligrosidad, estructura química, efecto y acción farmacológica.
De acuerdo con la agrupación que hizo la OMS, teniendo en cuenta los efectos sobre el sistema nervioso central que tienen las sustancias psicoactivas, la entidad decidió agruparlas en depresoras, estimulantes y alucinógenas-psicodélicas.
En el grupo de las estimulantes hay que tener claro que son drogas que aceleran la actividad del sistema nervioso central provocando euforia, desinhibición, menor control emocional, irritabilidad, agresividad, menor fatiga, disminución del sueño, excitación motora y hasta inquietud. Dentro de este grupo se incluyen la cocaína, la cafeína, los estimulantes de tipo anfetamínico y la mayor parte de las sustancias de síntesis y de las nuevas sustancias psicoactivas.
En cuanto al grupo de las sustancias depresoras, son las que disminuyen o retardan el funcionamiento del sistema nervioso central. Es decir, que producen alteración de la concentración y en ocasiones del juicio; disminuyen la apreciación de los estímulos externos y provocan relajación, una falsa sensación de bienestar, sedación, apatía y disminución de la tensión.
Entre este grupo, son consideradas drogas depresoras el alcohol, los barbitúricos, los tranquilizantes y el opio y sus derivados como la morfina, codeína, heroína, metadona y solventes.
En un tercer grupo figuran las sustancias alucinógenas o psicodélica, que se caracterizan por su capacidad de producir distorsiones en las sensaciones y alterar marcadamente el estado de ánimo y los procesos de pensamiento. Incluyen sustancias de una amplia variedad de fuentes naturales y sintéticas, y son estructuralmente diferentes. En este grupo están incluido los hongos y el LSD.
En Colombia es una problemática que viene en un aumento. De acuerdo con el Informe Anual del Servicio de Análisis de Sustancias elaborado por Échele Cabeza, un proyecto que busca generar y difundir información sobre el uso de sustancias psicoactivas, este estudio con datos de 2022 señaló que el año pasado, con 944 casos documentados, se cuadruplicó la cifra de personas que consumieron una sustancia por primera vez en 2022, cuando en 2021, fueron 208 casos.
La cifra se complementa con que, en Colombia, según cifras del Ministerio de Salud, en el país las drogas que más se consumen son la marihuana y la cocaína y sus derivados. Existe también un uso indebido de fármacos como las benzodiacepinas sin prescripción médica e inhalantes derivados de hidrocarburos como los pegamentos.
La tóxica moda de los vapeadores
Un capítulo aparte merece la tendencia que se ha popularizado con los vapeadores electrónicos o cigarrillos electrónicos que se comercializan bajo la falsa premisa de ser inofensivos y reemplazar el consumo de tabaco. De acuerdo con la American Cancer Society el término “vapor” puede sonar inofensivo, el aerosol que sale de un cigarrillo electrónico no es vapor de agua y puede ser perjudicial, dicho aerosol puede contener nicotina y otras sustancias adictivas que pueden causar enfermedades pulmonares, enfermedades cardiacas y cáncer. Además, según la misma entidad existe evidencia que indica que la nicotina, presente en la mayoría de estos dispositivos, causa daño al desarrollo cerebral de los adolescentes y su uso durante el embarazo también puede causar nacimientos prematuros y bebés con bajo peso al nacer.
Pero, cómo proteger a amigos y familiares del consumo
Ante todo, un diálogo y un tratamiento. Según los expertos de EPS Famisanar, establecer lazos de afecto y convivencia positiva con familiares, grupos de amigos, al igual que para prevenir el consumo de sustancias psicoactivas, eso significa que se debe hablar de ello en el aula y en la casa porque es con información y no con temor.
Ante esa información, debe estar acompañada de una guía frente a las consecuencias que puede generar este tipo de sustancias. La mejor herramienta es la confianza, el diálogo sincero y, por supuesto, el ejemplo. En ese ejemplo está no solo en no consumir, sino en no exponer, al evitar que sean los niños y jóvenes quienes van por licor, cigarrillos o exponerlos a lugares en los que se consuma este tipo de sustancias.
Ante el tratamiento, para el trastorno por consumo de sustancias se ofrecen en diferentes lugares (pueden requerir admisión u hospitalización, o pueden ser ambulatorios) y tienen diferentes grados de intensidad. En general, el plan de tratamiento de una persona está diseñado para aliviar sus problemas físicos, psicológicos, emocionales y sociales, no solo su consumo de sustancias. Los tratamientos también se enfocan en el tipo de sustancia que se consume, y pueden incluir medicamentos para sustancias específicas que pueden ayudar a tratar los síntomas de abstinencia y los impulsos de consumir.
Atento a las señales
Existen muchas señales físicas y de comportamiento que indican uso de drogas. Aprenda sobre ellas y esté al tanto de si su hijo actúa o luce de forma diferente. Las señales incluyen:
• Pronunciación lenta o mala (por usar tranquilizantes y depresivos)
• Hablar rápido o de manera explosiva (por usar estimulantes)
• Ojos inyectados de sangre
• Tos que no desaparece
• Olor o aliento inusual (por usar drogas inhaladas)
• Pupilas extremadamente grandes (dilatadas) o extremadamente pequeñas (puntiformes)
• Movimiento ocular rápido (nistagmo), podrían ser un signo de consumo de PCP
• Inapetencia (ocurre con el consumo de anfetaminas, metanfetaminas o cocaína)
• Aumento del apetito (con el consumo de marihuana)
• Marcha inestable
Tenga en cuenta que EPS Famisanar trabaja intensamente en la prevención del consumo de sustancias psicoactivas y en especial para acompañar y dar un tratamiento oportuno, al promover la enseñanza, la guía frente al tipo de sustancias y de pedagogía para padres de familia, entre muchas otras más medidas para el bienestar y la calidad de vida integral de sus usuarios. Además, EPS Famisanar cuenta EPS línea de orientación en salud mental 3153429705 – 6076829528.
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