Entrevista con Andrea Marcela Cabrejo B., gerente de Gestión Estratégica y de Negocios de Dispetrocom, quien compartió sus ideas frente a los retos y oportunidades del sector.
¿Qué aprendizajes como compañía les ha dejado su labor en el sector en estos 30 años?
A lo largo de tres décadas, hemos acumulado una valiosa experiencia que ha forjado nuestra identidad como empresa. Uno de los aprendizajes más significativos ha sido comprender que el lenguaje del cliente es el pilar fundamental de nuestro crecimiento. Adaptarnos con agilidad a los desafíos cambiantes del mercado, las regulaciones gubernamentales y la dinámica económica ha sido esencial. Reconocemos la importancia del conocimiento en cada actividad, fomentando la capacitación de nuestros colaboradores para empoderarlos en sus roles.
¿Qué proyectos e iniciativas tienen planteados para el futuro?
Nuestro horizonte incluye la búsqueda constante de estándares internacionales en la administración de la seguridad vial de nuestra flota, para asegurar la máxima seguridad en nuestras operaciones de transporte. En el marco de la transición energética, tenemos planes de comercializar nuevos biocombustibles industriales y sustitutos de bajo CO2. Aspiramos a extender nuestra cobertura nacional y llegar a más clientes industriales con nuestro sistema de control inteligente de inventarios DispetroSmart, que garantiza la seguridad del suministro.
¿Cuáles son las garantías y los certificados de Dispetrocom y que la hacen diferente en su mercado?
En Dispetrocom, nos enorgullece contar con certificaciones en Calidad y Seguridad y Salud en el Trabajo bajo las normas internacionales ISO 9001:2015 e ISO 45001:2018. Además, cumplimos rigurosamente con el Decreto 1076 de 2015, alineado con la norma ISO 14001:2015 de Gestión Ambiental. Hemos implementado con éxito el Plan Estratégico de Seguridad Vial, cumpliendo con la Resolución 40595 de 2022. Nuestros Planes de Emergencia y Contingencia están debidamente registrados en las Corporaciones Ambientales Regionales (CAR) en las regiones donde operamos, garantizando la seguridad en todas nuestras operaciones.
¿Qué análisis hacen del sector?
Vivimos un período en el que el país ha experimentado un crecimiento en la infraestructura vial, la construcción de viviendas, la minería y la industria petrolera, entre otros sectores. Sin embargo, con el cambio de gobierno, hemos observado una ralentización en estos sectores, lo que ha impactado negativamente en la economía y otros sectores industriales y comerciales. Por ejemplo, la falta de subsidios para la vivienda ha desincentivado a los colombianos y afectado a los constructores, especialmente en la mano de obra no calificada. Además, el aumento de las tasas de interés dificulta el acceso a capital de trabajo y la creación de nuevas empresas.
¿Qué oportunidades tiene Colombia como mercado en el sector de hidrocarburos?
Colombia es un país productor de combustibles y creemos que estos recursos deben ser utilizados en beneficio de la nación, incluyendo la educación, la salud, la conectividad, la seguridad y el bienestar en general de los colombianos. La transición energética nos brinda oportunidades para el desarrollo de nuevos sectores, como la agroindustria para la producción de biocombustibles, biocombustibles avanzados a partir de algas y residuos orgánicos, parques energéticos con paneles solares o generadores eólicos y la producción de hidrógeno verde como lo adelanta Ecopetrol.
Colombia está en un proceso de transición energética, ¿Cómo están adaptando sus operaciones a esa nueva realidad?
Dispetrocom está investigando activamente la incorporación de nuevos combustibles líquidos a partir de fuentes renovables, como biocombustibles derivados de diversos cultivos y fuentes de biomasa. Estamos comprometidos en impulsar alternativas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Nuestra adaptación se centra en brindar soluciones que contribuyan positivamente a la transición energética de Colombia.
¿Cómo ven la política del Gobierno colombiano con los hidrocarburos?
Observamos que la política gubernamental ha adoptado una posición crítica hacia la industria de los combustibles fósiles en Colombia. Esta postura ha generado una crisis energética y ha impactado en los costos de servicios básicos como la electricidad, el gas y el agua, afectando el bolsillo de las familias colombianas. Esperamos que en el futuro se pueda retomar el desarrollo de la industria minero-energética de manera responsable, buscando un equilibrio entre el desarrollo sostenible y la seguridad energética del país.