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Según estimaciones del Banco Mundial, alrededor de mil millones de personas en países en vía de desarrollo carecen de algún tipo de comprobante de identidad legal, lo cual se traduce en una brecha que condiciona la participación en la vida política, económica y social de estos ciudadanos. La necesidad de inclusión es un foco de desarrollo que ya hace parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas para 2030 y que busca “proporcionar acceso a una identidad jurídica para todos”. Hoy, las tecnologías digitales como los servicios en la nube, la biometría, las redes móviles y los teléfonos inteligentes actúan como habilitadores al momento de querer aumentar la disponibilidad de acceso y la seguridad, permitiendo que los servicios de identidad digital sean cada vez más asequibles.
¿Cuáles son los alcances de la identidad digital? Con soluciones como esta, los ciudadanos tienen a su disposición múltiples opciones que no se creían posibles hace un tiempo: realizar compras, pagos de facturas, trámites públicos, comercializar productos y servicios sin el miedo de ser suplantados y con sencillez para el usuario.
En un principio el término “identidad digital” se encontraba fuertemente relacionado al sector financiero, por su necesidad de autenticar a los usuarios para realizar transacciones por los canales digitales a través de contraseñas y otros factores de autenticación que verifican que la persona que está realizando dicho movimiento corresponda al usuario real. Sin embargo, la necesidad de autenticar la identidad ya es cuestión de todas las industrias. En general la necesidad aparece en diferentes ocasiones bien sea para la vinculación de un nuevo cliente o de un empleado, la necesidad de autenticar al usuario para la realización de diferentes transacciones, entre otras.
La startup colombiana SoyYo entiende esto y propone un ecosistema integral para que la población pueda demostrar su identidad mitigando el fraude o la suplantación de identidad, de manera ágil y reduciendo el esfuerzo en el proceso. Crear un ecosistema es la propuesta de valor de SoyYo y es un elemento diferenciador en la identificación digital: los múltiples factores de autenticación son la solución a la identificación en línea. La combinación de los factores de autenticación, permiten la validación de la identidad y la generación de diferentes niveles de autenticación, según el trámite.
La digitalización claramente se ha acelerado durante la pandemia impulsando el teletrabajo y el e-Commerce entre otras, pero la emergencia también ha evidenciado el reto que existe como país en la inclusión digital de la población. En naciones como Estonia el 99% de los servicios del estado están digitalizados y alrededor del 98% de los ciudadanos tienen forma de efectuar sus trámites digitalmente. Otros países ya cuentan con múltiples sectores esenciales para la sociedad como la salud; en Singapur por ejemplo, se ha creado un pasaporte digital para almacenar los datos médicos e identidad de cada paciente, con el fin de que puedan optimizar sus trámites con estas entidades. Estos, como muchos otros más, son referentes importantes para la implementación de su ecosistema de identidad digital dentro del país.
Santiago Aldana, CEO de SoyYo afirma que: “Nuestro propósito es transformar la sociedad colombiana a través de la construcción de confianza. Con la posibilidad de tener la identidad digital en el celular podemos facilitarles la vida a muchas personas en la realización de trámites más rápidos y sencillos. Podemos, además, utilizar el registro para autenticarnos con múltiples empresas, de una manera segura y confiable. Nuestras herramientas permiten la encriptación de los datos personales para que sólo sean tratados y gestionados por el dueño de los mismos”.
La inclusión de la identidad de los ciudadanos en el mundo digital es un camino que está tomando rumbo en Colombia. Para las empresas, tener múltiples factores de autenticación implica alcanzar un nivel de seguridad que se verá en la disminución del fraude, mejora de índices reputacionales y de conversión de ventas o transacciones.
Con la identidad digital solicitar vincularse a un servicio, solicitar autorización para un tratamiento médico, evitar la suplantación en un pago, acceder a un crédito o hacer un trámite notarial será tan sencillo como tomarse una selfie. Detrás de esta autenticación habrá múltiples validaciones en un proceso con muy baja fricción, imperceptible al usuario. Con este tipo de iniciativas no sólo se logrará incluir a más población dentro del ecosistema digital, sino transformar la sociedad en su forma de interactuar, donde hoy los usuarios no la tienen fácil.