Que Rodolfo Hernández acostumbre a irse contra los débiles desde el poder, incluso humillándolos, ya es asunto comprobado. Las peores ofensas tal vez sean las que dirigió contra los vulnerables a trabajadores provisionales de su Alcaldía, en reunión donde anuncia echarlos sin importar sus derechos; o contra los taxistas, a quienes decía aconsejar, pero usando expresiones burlescas y denigrantes; o contra los trabajadores del acueducto, para arrebatarles salarios y prestaciones.
Igualmente, al parecer, violó derechos de los vendedores ambulantes, para privatizar el espacio público y engañó a 20.000 familias bumanguesas con promesas falsas de vivienda. La historia es larga, pero podría extenderse mucho si se le entregara más poder y lograra la pretensión de concentrarlo, violando la Constitución con la declaratoria el 8 de agosto del estado de conmoción interior.
También Álvaro Uribe decía querer a los de abajo cuando afirmaba que “a Colombia le está matando la pereza. Lo que tenemos que hacer en modificación de jornada de trabajo, es recortar la jornada de sueño, recortar la jornada de vacaciones, recortar la jornada de festivos”. Lo repetía en el año 2008, pidiendo más medidas de flexibilización laboral, aunque en 2002 ya había prolongado la jornada de trabajo diurna, jornada que ahora Hernández propone aumentar a 11 horas con media de almuerzo.
Hoy sabemos que algunas de las más peligrosas coincidencias entre Uribe y Hernández se relacionan con las nuevas “estrategias de flexibilización Laboral. Igual ocurre en sus discursos “contra la politiquería y la corrupción”, tras los cuales ambos encubren su ánimo privatizador mientras acrecientan sus negocios familiares.
En contraste, Gustavo Petro propone cambios estructurales asociados con la democratización de los derechos sociales, civiles y políticos, generar políticas que reduzcan los índices de pobreza, minimizando las desigualdades sociales; luchar contra el cambio climático, recuperar el campo y la industria, por una economía productiva y una sociedad para la vida, garante de derechos, que deje atrás la guerra y gane una era de paz. Es clara su reivindicación de los sectores populares, de la mujer y de la juventud.
Como trabajadores del Servicio Nacional de Aprendizaje SENA, integrantes del Sindicato de Empleados Públicos del SENA, Sindesena, nos animan en particular sus compromisos con la ‘democratización del saber’ y sus pactos por la economía popular y por la cultura del trabajo productivo (https://gustavopetro.co/programa-de-gobierno/temas/), que esperamos contribuyan a reivindicar a esta entidad que hemos defendido con ahínco y resolución.
Por estas razones, Sindesena reitera su apoyo a la candidatura de Gustavo Petro a la Presidencia, y llama a todo el pueblo colombiano a defender sus derechos masiva y urgentemente en las urnas, a acompañar con determinación esta candidatura, que representa auténticamente sus intereses.