La capital ecuatoriana, al igual que el resto del mundo, vivió un aislamiento obligatorio con la finalidad de resguardar y proteger la vida de todos sus ciudadanos y, también, de sus visitantes, y así evitar una insostenible propagación del covid-19.
Desde el pasado 3 de junio, Quito pasó a una ‘nueva normalidad’ e inició el proceso de reactivación económica y productiva, buscando garantizar servicios seguros y de calidad con la implementación de protocolos de bioseguridad en establecimientos turísticos, que permitan restablecer la confianza de los viajeros en este encantador destino, y así contribuir a la reapertura de los negocios en estricto cumplimiento de las medidas aprobadas por las autoridades.
No obstante, el alcalde de Quito, Dr. Jorge Yunda Machado, y su equipo de colaboradores han visto esta situación como una oportunidad de reiniciar, de construir una mejor ciudad, de manera empática, solidaria y sostenible para recibir a turistas locales, nacionales e internacionales.
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Como parte de la estrategia de promoción post pandemia, Quito retorna con más entusiasmo con la campaña: ‘Quito se está recargando’ con una imagen fortalecida que invita a conocer una ciudad que se está actualizando y adaptando a la nueva realidad, donde también, podrás sentir la energía del Centro del Mundo y conocer la capital latinoamericana de la cultura que ofrece arte, historia, patrimonio, aventura, biodiversidad, gastronomía, gente que inspira y acoge: experiencias únicas.
En esta nueva etapa, el transmitir confianza en los turistas a través del fortalecimiento de la seguridad se ha convertido en la prioridad. Este destino de excelencia ha innovado en temas de movilidad, salud y transporte. Desde el lado empresarial, la respuesta para la adaptación de los negocios para implementar medidas de bioseguridad ha sido inmediata.
En conjunto, Quito está trabajando en nuevas experiencias bioseguras para que su visita sea en un entorno completamente confiable que le permita disfrutar de esta fascinante ciudad.
Si bien los volcanes son un atractivo fascinante, digno de recorrer, las calles de la capital ecuatoriana albergan un encanto que se le equipara. En el centro histórico más grande de Latinoamérica aguardan iglesias doradas, miradores impresionantes y montañas sagradas.
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