¿Cuáles son las consecuencias de no exfoliar la piel con frecuencia?

Muy Probablemente, en algún punto de tu vida la importancia de utilizar un exfoliante facial se convirtió en algo obvio. Tal vez ya lucías una piel seca, opaca o escamosa, con una textura áspera o un tono descolorido. Sin importar el motivo, seguramente después de exfoliarte la primera vez pensaste, “¡Carama!, ¿por qué no hice esto antes?”. (Cuida tu piel en cinco pasos)

La exfoliación es el proceso para remover las células muertas que se acumulan en la superficie. Cuando remueves las células muertas, revelas las células nuevas que se encuentran debajo de la piel de forma instantánea. La piel luce más radiante y definitivamente se siente más suave y tersa como resultado. (11 consejos para lucir bella sin una gota de maquillaje)

Aunque en el mercado encontramos limpiadores que ayudan a eliminar toda la suciedad, la grasa, el maquillaje y otras impurezas de la piel, estos no reemplazan el uso de un buen exfoliante.

Según los expertos, la auto regeneración de la piel -desprendimiento natural de las células muertas de la capa córnea, restaurándolas por nuevas células- tarda de 21 a 28 días aproximadamente, sin embargo, este fenómeno ocurre espontáneamente cuando somos jóvenes. Pero, en la medida que el tiempo pasa, ese proceso se vuelve más lento. La piel, al no poder eliminar esas células muertas, pierde oxigenación y humectación natural, haciendo que luzca opaca, marchita y hasta cansada. (La importancia de exfoliar la piel)

Por lo anterior, los exfoliantes son esenciales cuando se trata de deshacerse de las células muertas que se acumulan en la superficie y que terminan por obstruir los poros dando lugar a brotes de acné. Además, ayudan a lograr la apariencia de una piel joven, sana y con un color unificado y luminoso. Una adecuada exfoliación también permite que los otros productos de nuestra rutina de belleza como tónicos y cremas tanto diurnas como nocturnas, penetren más profundamente en la piel. (Tres exfoliantes naturales para hacer en casa)

Laura Chacón-Garbato, directora de capacitación de productos de nutrición externa de Herbalife, recomienda invertir en un buen exfoliante fácil: “al comprarlo, debes tener en cuenta varios aspectos, entre ellos, que sea hipoalergénico para que no cause irritación, que sea hidratante, que no contenga parabenos o sulfatos, y que no sea grasoso. Una vez lo tengas en casa, debes usarlo de una a tres veces a la semana, o según la necesitas que tenga tu piel”.

¿Cómo hacer una exfoliación?

La exfoliación es un proceso muy sencillo: primero, debes humedecer la cara con agua tibia, esta hará que los poros se abran y la limpieza sea más profunda. Luego, limpia la cara con el limpiador facial que acostumbras a usar; enjuaga para retirar el producto. Enseguida, sobre la piel todavía húmeda y con los dedos, aplica el exfoliante suavemente y con movimientos circulares sobre todo el rostro; de esta forma, vas eliminando poco a poco las células muertas. Retíralo con agua tibia y seca la piel con una toalla limpia. Aplica un tónico y, finalmente, una crema hidratante, preferiblemente, una que contenta protector solar. (¿Cómo realizar una buena exfoliación facial?)

No olvides los labios

“Uno de los secretos menos conocidos sobre los exfoliantes es su uso en los labios. “Si estás buscando una manera natural de dar más volumen a tus labios, no tengas miedo de exfoliarlos. Puedes conseguir instantáneamente que estén más suaves y tersos. Una vez a la semana, masajea suavemente y con movimientos circulares, tus labios con un exfoliante labial durante 30 segundos. Esto eliminará la piel seca y agrietada. Enjuaga con agua tibia y aplica un producto de labios hidratante. Verás y sentirás la diferencia”, resalta Chacón-Garbato.

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