De esto trata el “Corazón de atleta” la condición de Andrés Felipe Román

Al realizar una gran cantidad de actividad física de manera diaria, al poco tiempo el corazón se acostumbra a trabajar en mayor intensidad y este aumenta de tamaño, esto principalmente se presenta en deportistas de alto rendimiento. ¿De qué se trata el Corazón de atleta?

Por Redacción Cromos

31 de julio de 2021

De esto trata el “Corazón de atleta” la condición de Andrés Felipe Román

Andrés Felipe Román, actual lateral derecho de Millonarios FC, iba a ser oficializado como refuerzo de Boca Juniors el pasado 12 de febrero, el departamento médico afirmó que padecía miocardiopatía hipertrófica, por lo que supuestamente no podía practicar deportes de alto rendimiento.

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Sin embargo, el pasado 13 de julio Millonario FC dio a conocer que el futbolista Andrés Felipe Román no padecía miocardiopatía, sino corazón de atleta. “Por tal motivo el jugador podrá seguir realizando deporte de alto rendimiento como jugador de fútbol profesional”, así lo dio a conocer el Club Embajador a través de un comunicado de prensa.

El Dr. Andrés A Díaz G es Internista, Cardiólogo, Electrofisiólogo de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud – FUCS en entrevista con la Revista Cromos nos cuenta más sobre la condición de “Corazón de atleta”.

1. ¿Qué es el corazón de un atleta?

El corazón de atleta es una condición clínica descrita inicialmente en la décadas de los 70 s y 80 es una situación que produce principalmente dilatación del lado derecho del corazón (el que se encarga de llevar sangre con bajos niveles de oxígeno hacia los pulmones) además de alteraciones en la forma misma y los volúmenes de sangre que el corazón maneja como consecuencia de su función principal que es llevar sangre a diferentes partes del organismo, se observó en atletas de alto rendimiento y se atribuye principalmente a cambios adaptativos del sistema cardiovascular como consecuencia de altas cargas de estrés físico por tiempos prolongados en profesionales deportivos, debido a que en reposo en una persona normal el corazón debe movilizar en sus cavidades aproximadamente 6 litros de sangre por minuto y en un deportista en los picos máximos de esfuerzo estas cifras pueden llegar hasta excepcionalmente 30 litros por minuto este sobre esfuerzo de las cavidades cardiacas actualmente se estudia pues algunas de sus consecuencias son la aparición de fibrosis o reemplazo de las células musculares normales por tejido de cicatriz, lo que puede conducir a la aparición de arritmias y en personas con condiciones genéticas especiales sintomatología por arritmias y en casos extremos la muerte.

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2. ¿Cómo se detecta el ‘Corazón de atleta’?

Es una condición prevalente en los países del sur de Europa y otros países a orillas del Mediterráneo, principalmente por que el corazón de atleta puede no llegar a producir ninguna o muy poca sintomatología a diferencia de la displasia del ventrículo derecho que se considera una enfermedad con alta probabilidad de producir sintomatología y muerte súbita en personas jóvenes.

Hoy día las técnicas de imagen cardiaca como la ecocardiografía y la resonancia magnética cardiovascular se consideran de importancia en el ámbito clínico para el estudio y la diferencia de estas dos situaciones.

3. ¿Por qué los deportistas tienen menor frecuencia cardíaca?

Normalmente situaciones como el aumento de la frecuencia cardiaca, la temperatura son controladas por nuestro cerebro sin que nosotros voluntariamente ejerzamos un control de ellas esto lo hace el sistema nervioso autónomo, la causa de frecuencias cardiacas bajas o bradicardia en atletas de alto rendimiento se le atribuye la alteración adaptativas del sistema nervioso autónomo en la regulación que nuestro cerebro hace del corazón, los altos niveles de entrenamiento producen estados de hipertonicidad vagal que es el nombre con el que se conoce al predominio del sistema parasimpático en el control del autónomo del organismo, los deportistas de elite pueden exhibir frecuencias cardiacas en reposo extremadamente bajas algo como 40 latidos por minuto puede ser normal para un deportista muy entrenado sin que manifiesten sintomatología alguna, otra situación que se ha detectado es que algunos deportistas pueden sufrir bloqueos cardiacos de grado variable este estado patológico se ve en este tipo de población y su causa es controversial. El tratamiento depende de los hallazgos de estudios especializados que determinan el ritmo y la frecuencia de nuestro corazón.

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4. ¿Cuál es el tratamiento?

Como advertimos anteriormente la mayoría de deportistas no necesitan un tratamiento específico que requiera más intervenciones que una buena educación específica para la condición, en muchos escenarios estas bradicardias no requieren tratamiento alguno, es diferente si ellos presentan sintomatología por ejemplo que llegase a disminuir su capacidad para hacer el ejercicio que habitualmente hacen o la perdida de el conocimiento, estas situaciones anteriores deben ser vigiladas estrechamente por un especialista idóneo y ser manejadas según las guías de práctica clínica reconocidas.

5. ¿Cuál es la relación entre el corazón y el ejercicio?

Es indiscutible que el entrenamiento físico en términos generales ofrece un beneficio para el organismo, mejora la supervivencia en enfermos afectos del corazón y en la población general ayuda al control del peso, control de la diabetes y otras enfermedades, debido a este efecto existe un auge por el desarrollo de actividades físicas al aire libre o en espacios cerrados con altas intensidades y duraciones variables.

Es importante recalcar que el papel de los profesionales médicos es asesorar en el correcto desarrollo de programas que beneficien a las personas que desean hacer deporte, además de evaluar condiciones preexistentes antes de iniciar la actividad física, hay que recordar que el ejercicio no es benéfico para todo el mundo y la intensidad y duración del mismo dependen del estado de salud o enfermedad en que se encuentre nuestro propio organismo, a modo de conclusión se puede decir que el entrenamiento físico es como un medicamento hay que dosificarlo, es decir hacerlo en intensidad y duración adecuada, para posteriormente ir incrementando la carga según nuestro propio desempeño y antes de iniciar un programa de entrenamiento físico debemos descartar que nuestro corazón tenga condiciones para las que el ejercicio no sea dañino.

Redacción Cromos

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