José Fernández te enseña a bajar de peso comiendo más

Mejorar la dieta sin sacrificios extremos es uno de los mensajes del entrenador, reconocido por sus consejos a celebridades en redes sociales y en sus libros.

Por Carlos Torres

27 de agosto de 2015

José Fernández te enseña a bajar de peso comiendo más

José Fernández te enseña a bajar de peso comiendo más

Para José Fernández hay tantas maneras de bajar de peso como dietistas en el mercado. Largos y cortos son los caminos hacia el mismo objetivo. El problema es cuando la finalidad justifica los medios. Se ha encontrado con pacientes que desayunan con un café, almuerzan ensalada César y, por la noche, por el hambre que arrastran acompañan un pedazo de carne con arroz y vegetales. Esta dieta por un lado; por el otro, se ha topado con  los que comen huevo y dos tazas de arroz para empezar el día; al almuerzo consumen pechuga nuevamente con arroz. A las cuatro de la tarde ingieren una barra de proteínas o pollo desmechado y, de cena, se preparan un salmón con vegetales.  

¿Cuál de los dos pacientes tiene sobrepeso? No es una pregunta capciosa. La respuesta que ofrece Fernández da la clave: “Yo prendo una fogata a la que cada tres horas hay que echarle madera para que no se extinga. Si dejas pasar el tiempo, se apaga el fuego. Supongamos que el olvido es de cuatro o cinco horas. En el momento que vuelvas a echarle, la madera se acumula porque ya no hay fuego vivo que la consuma. Eso es lo que sucede cuando el cuerpo no lo metabolizas. Es una de las razones para explicar que una persona que come siete veces al día está flaca y una que come poco está gorda”.

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Pero ojo, el asunto está en saber qué tipo de madera echarle a la fogata. Se puede con productos baratos. Fernández, que tiene una certificación como nutricionista en el International Fitness Association, recibe consultas de toda Iberoamérica.  Puede atender a uno o a una familia entera. Se gana fácil la confianza de la gente, porque su método apunta a señalar con conocimiento lo cotidiano: “¿para qué te vas a comer una rodaja de jamón si tiene una cucharada de sal?”.

Los alimentos los traduce en miligramos de sal y azúcar. Fernández se ve reflejado en los que recurren a él para bajar de peso.  “Recuerdo cuando me sentaba a comer con mi familia y había más de treinta medicinas a la mesa. Hasta que no sufriera uno de mis parientes una enfermedad o una muerte, era difícil tomar consciencia. Nos pasa a todos, porque no tenemos la información correcta a la hora de alimentarnos.  Nos dicen que si tu familia es gorda, entonces tú también. Y eso es mentira, porque saben comer. Mi abuela le enseñó una manera de comer a mi mamá, mi mamá a mí y yo tuve que cambiar”.

¿La gordura es una cuestión cultural? Dentro de ella hay varios motivos. Con informarse es suficiente para refundar el contacto de cada uno con los alimentos. Bajar de peso no es una pesadilla. Pesadilla es ingerir comida sin saber lo que estás consumiendo, apunta.

 

Coca-Cola ¿Coca Cola regular, Coca Cola Zero o Coca Light? 
“Regular, porque sus calorías se pueden quemar con ejercicio, mientras que las otras tienen aspartame y químicos que se impregnan en tu cuerpo”.

 

 
Gift¿Whisky, aguardiente, ron o vino?
“El whisky perjudica el buen metabolismo, pero no tiene la cantidad de azúcar del aguardiente, del vino y del ron”.

 

 

 

Gatorade power¿Es recomendable tomar Gatorade después de hacer ejercicio?
“Solo si realizas deporte de alto rendimiento. Para los aficionados, lo mejor es beber agua”.  

 

 

Milk splash¿Leche libre de grasas o leche entera?
“A la leche sin grasa usualmente le quitan la grasa y le ponen más azúcar. Hay que buscar leche de almendra o de soya, que venga sin azúcar añadida”. 

 

 

 

Agua clara¿Beber agua fría acumula grasa en el estómago?
“Beba agua, no importa su temperatura. Lo importante es beber, mínimo, dos litros diarios”. 

 

 

 

Palabras de un nutriólogo
Dr. Benjamín Ramírez, especialista en bioquímica y nutrición humana

“Un nutriólogo cambia hábitos de vida, no se reduce solo a formular dietas. Su diagnóstico será la ruta para cambiar la vida del paciente. En el mercado hay muchos asesores nutricionales irresponsables, que prestan servicio porque se leyeron un libro o simplemente porque tienen abdominales. Ellos no hacen un trabajo ético, no tienen formación científica. Para el que quiera recurrir a uno, recomiendo que primero tenga una consulta con un médico general. Él decide a qué especialidad remite. No se debe iniciar un tratamiento sin asesoramiento previo, porque la persona, por el afán de perder peso rápido, puede cometer errores”.

 

Por Carlos Torres

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