Gran parte de los medicamentos que circulan en Estados Unidos se fabrican en otros países. La intención de la administración Trump es dejar de depender de la producción extranjera.
Reinventarse. Muchas veces hemos escuchado esa palabra, pero no tanto como ahora. Es muy difícil ponerla en práctica, principalmente en tiempos de crisis. Nadie nos ha enseñado cómo hacerlo, somos animales de costumbre y empezar a hacer algo que nunca nos imaginamos parece misión imposible.
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Los directivos de Kodak pueden dar fe de lo que es reinventarse. La empresa, históricamente especializada en la producción de cámaras fotográficas y rollos, ahora se dedicará de lleno al mercado farmacéutico. Su transformación tiene el respaldo del gobierno de Estados Unidos, que se metió la mano el bolsillo para prestarle 765 millones de dólares.
Sigue a Cromos en WhatsApp“Usando técnicas de producción avanzadas, Kodak también hará los materiales de partida clave, que son los componentes básicos de muchos medicamentos, de manera que sea a la vez competitiva en cuanto a costos e inocua para el medio ambiente”, informó la empresa que, desde la llegada de las cámaras digitales y los celulares inteligentes, perdió terreno en la industria.
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Kodak dispone de 25 años para pagar la deuda. No solo se dedicará a fabricar medicamentos genéricos; también apostará por la producción de sustancias que más tarde se convertirán en medicinas. Muchos periodistas pronosticaron su desaparición en 2012, cuando se declaró en quiebra. Desde entonces se había inclinado por las tecnologías de impresión y lentamente empezó a involucrarse en el sector de medicamentos.
La tímida reinvención no cumplió totalmente las expectativas. Ahora, bajo el nombre Kodak Pharmaceuticals, se espera que nuevamente se consolide.