La historia detrás de las 12 uvas en noche vieja

La historia detrás de las 12 uvas en noche vieja

Fotografía por: Pixabay

Existen diferentes versiones sobre el inicio de esta tradición. Una de ellas es que, en el Siglo XIX, las familias españolas, pertenecientes a la aristocracia, tenían la costumbre de beber vino en la llegada de un nuevo año y este estaba acompañado de uvas, como una imitación a las familias francesas de la época.

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Sin embargo, en el libro “España” de Jeff Koehler, existe otra teoría, esta costumbre fue adoptada por los madrileños que iban a la Puerta del Sol para oír las campanas de la medianoche y muy probable con sarcasmo y como una forma de burla sacaban las uvas para imitar a la clase alta.

Koehler también indica que otra de las teorías es que, en el año 1909, hubo una cosecha de uvas, por lo que los agricultores decidieron venderlas como ‘uvas de la suerte’, y las personas decidieron guardarlas para cada ceba de año nuevo y comerlas momentos antes de que acabara el año.

La tradición llegó a Latinoamérica desde España, donde se popularizó entre los últimos años del siglo XIX e inicios del XX. No se sabe si empezó con tres o doce uvas a la media noche, pero sí que hasta el día de hoy se celebra en muchos países de habla hispana.

Esta tradición indica que las 12 uvas (ni una más, ni una menos) deben comerse ni bien el reloj marca la hora 0 del primer día del año, exactamente durante el primer minuto. ¿La recompensa? Se dice que tendrás prosperidad en los 365 días del ciclo que comienza.

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Se dice que, al sur del continente en Argentina, las doce uvas son sustituidas por 12 uvas pasas, mientras que en otros lugares prefieren las uvas frescas, hay otros que dicen que las uvas deben ser rojas y otras personas consumen las uvas verdes o peladas o sin semilla, en realidad es que no existen reglas escritas respecto a la presentación que deben tener las uvas.