La saliva, un poderoso analgésico natural

La saliva tiene un pH alcalino que evita oxidaciones y corrosiones de los dientes.

Fotografía por: Pxhere

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mil litros de saliva es lo que produce una persona en promedio a lo largo de su vida y a diario entre 1 y 1.5 litros.

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AFRODISÍACO SELECTIVO

Un beso con lengua produce una comunicación hormonal en función del intercambio de salivas, actuando como afrodisiaco o provocando el efecto opuesto, es decir el rechazo, identificados por determinados receptores químicos.

¡Salvavidas!

La proteína llamada C-Reactiva se encuentra en la saliva en grandes cantidades cuando el cuerpo humano presenta alguna enfermedad cardíaca.

MIDE EL ESTRÉS

Se ha detectado que cuando una persona está en situación de tensión o frente a un conflicto emocional, hay en su saliva mayor grado de cortisol.

Remedio de mamá

Hasta la edad de 2 años, la saliva de la madre en la comida del bebé ayuda a producir anticuerpos y a reconocer bacterias contras las que, en el futuro, el niño necesitará enfrentarse. Ayuda a que el sistema inmunológico del menor aprenda a luchar contra infecciones y en algunos casos hasta de condiciones como el asma.

ADN

La mitad de una gota de saliva es suficiente para extraer el ADN de una persona. Incluso se puede congelar y descongelar varias veces para análisis genéticos.

99%

De su contenido es agua y el 1% restante contiene sustancias muy diversas que realizan diferentes funciones para nuestro organismo.

PROTEGE LOS DIENTES

La saliva tiene un pH alcalino que evita oxidaciones y corrosiones de los dientes. Y esto se logra gracias a la presencia de bicarbonato sódico, que hace de regulador y evita que aumente la acidez.

#aliviaeldolor

Contiene una sustancia llamada opiorfina que es un analgésico natural, seis veces más potente que la morfina.

Restaurador de arte

Es un viejo truco de los restauradores de obras antiguas usar su propia saliva para limpiar cuadros, dada su riqueza enzimática, que ayuda a degradar impurezas. De todos modos, es un proceso laborioso que requiere pericia y mucho cuidado. Normalmente los profesionales utilizan saliva sintética, que se vende en tiendas especializadas.

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