¿Qué tipos de cicatrices existen y cómo tratarlas?

Un buen tratamiento para las cicatrices puede funcionar adecuadamente, reduciendo el tamaño y mejorando la apariencia de estas.

Por Redacción Cromos

27 de diciembre de 2019

¿Qué tipos de cicatrices existen y cómo tratarlas?

Las cicatrices son el resultado de la recuperación de la piel con tejido conectivo luego de una herida ocasionada en cualquier parte del cuerpo. Aparecen tras la curación de una quemadura, raspón, corte, cirugía, acné, úlcera, entre otras causas. Estas suelen ocasionar problemas de movilidad o estéticos en muchos casos, un factor importante que preocupa a muchas mujeres hoy en día.

Una cicatriz experimenta numerosos cambios a medida que va madurando, no es fácil tener una marca visible que recuerda un momento difícil, emocional o físico de nuestras vidas, los tipos de cicatrices son:

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Cicatrices elevadas

Las cicatrices elevadas, queloides o hipertróficas suelen ser gruesas y abultadas y para los pacientes, son molestas a nivel estético. Cuando están situadas cerca de las articulaciones, las cicatrices hipertróficas pueden disminuir la libertad de movimiento.

Cicatrices atróficas

Las cicatrices atróficas son las cicatrices deprimidas en la piel. Resultan cuando hay una regeneración incompleta de colágeno y tejido fibroso durante el proceso de cicatrización. Son más comunes después de algún proceso infeccioso con inflamación del tejido. Estas son las cicatrices que se observan más comúnmente en el acné o después de la varicela. La tendencia a presentar este tipo de cicatrices puede heredarse.

"Naturalmente no se pueden eliminar, el cambio de la piel por una cicatriz es para siempre, ya que la piel nunca volverá a su estado inicial, sin embargo, su apariencia puede mejorar de manera importante en su pigmentación y en su textura, logrando que se disimule al punto de ser poco notoria mediante el uso de diversos métodos", indica la Dra Luz Marina Díaz, médica estética.

Tips caseros y muy prácticos que sugiere la Dra. Díaz:

  • Es importante cuidarlas del sol o de la radiación ultravioleta ya que puede empeorar la pigmentación haciéndolas más notorias.
  • El uso de antiinflamatorios naturales como la sábila, la caléndula o el árnica al inicio de las lesiones mejora el pronóstico de la cicatrización.
  • Tener una dieta rica en nutrientes como antioxidantes de las frutas y las verduras y proteínas ricas en aminoácidos esenciales es indispensable para una buena cicatrización.
  • El masaje en las etapas tempranas de las cicatrices elevadas ayuda a su remodelación.

Una opción para corregirlas de por vida: con láser

El láser tiene diferentes aplicaciones para mejorar la apariencia física de las personas, para este caso es recomendable:

  • Tratamiento de láser de co2, consiste en generar unas micro columnas térmicas estimulantes de regeneración de colágeno en la piel. El láser estimula la regeneración y neoformación de colágeno lo que termina en una mejoría en la textura superficial y en el pigmento de la piel.
  • Todas las cicatrices mejoran con el láser de co2, pero es necesario complementar el tratamiento dependiendo del tipo de cicatriz como con infiltraciones cuando son de tipo queloide o con despigmentantes cuando están pigmentadas. Las cicatrices deprimidas son las que más sesiones necesitan, pero su resultado es de los más satisfactorios para los pacientes.

Foto: iStock

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