Cuando se habla de mal olor vaginal, se hace referencia a cualquier olor que pueda originarse de la vagina. Aunque no es anormal que se presente un olor muy mínimo, es importante que no le restes atención si se intensifica o se asocia con aroma desagradable, ya que esto podría ser un síntoma de que algo no está funcionando correctamente en tu cuerpo.
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La picazón, el ardor, la irritación o el flujo están asociados a una aparente anormalidad producida por la vagina. Tu ciclo menstrual puede tener mucho que ver con los olores que puedas experimentar y puede ser más notable cuando tienes relaciones sexuales, aunque al principio puedas pensar que se trata del intercambio de fluídos de ambas partes, el problema puede estar en ti.
Aunque existen en el mercado muchas alternativas para “superar” este tipo de molestias, las duchas vaginales o los desodorantes no son los más indicados para que desaparezcan estos aromas, ya que pueden alterar e intensificar los oores, producir más irritación y abundancia de flujo, entre otros.
Algunas de las causas por las que se dan los malos olores son por vaginosis bacteriana, falta de higiene, tampón retenido u olvidado, tricomoniasis, cáncer de cuello uterino o cáncer vaginal entre otras.
Foto: Istock