Emanuel Mendoza, conocido en el mundo del strongman como Búfalo, se ha consolidado en Yo Me Llamo. Con 1.86 metros y 184 kilos, transformó una infancia difícil en una carrera de disciplina y superación. Este artículo revela la dieta que mantiene su gran físico y le ayuda a enfrentar desafíos.
Esta es la dieta que sigue Búfalo de Yo me llamo
El camino de Búfalo ha sido una ruta de sacrificio y determinación. Desde muy joven, el deportista encontró en el deporte una salida que lo alejó de caminos equivocados, reforzando en cada entrenamiento su convicción de que la educación y la disciplina son ejes fundamentales en su vida.
Sigue a Cromos en WhatsAppEn Yo Me Llamo, se ha destacado no solo por su fuerza, sino también por la pasión con la que vive el strongman, una disciplina que demanda mucho más que fuerza bruta.
La dieta de Búfalo es clave para su éxito. Para mantener su cuerpo colosal, sigue un régimen adaptado a las exigencias del deporte. Según reveló en una entrevista reciente, afirmó: “por desconocimiento y poca cultura del deporte, este caso el que yo hago, cuando ven una persona así como yo, dicen: ‘ese no está saludable, ese es un gordo, ese se cansa’. Cada deporte tiene una complejidad”.
Tras esto, el deportista también compartió detalles sobre su alimentación. A diferencia de tendencias actuales, evita la comida procesada y consume alimentos en grandes porciones, acordes a sus necesidades.
“A mí no me gusta la comida procesada... yo como hasta saciarme, mis porciones son 3 o 4 veces más grandes que una persona normal”, comentó entre risas, subrayando la adaptación de su dieta a su metabolismo y demandas físicas.
Por otra parte, y a pesar de su imponente presencia, ser un deportista de talla grande tiene sus desafíos. Uno de los inconvenientes que Búfalo ha mencionado es la necesidad de mandar a hacer su ropa o incluso importarla desde Estados Unidos, un reflejo de cómo el éxito deportivo viene acompañado de retos logísticos y personales.
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¿Búfalo tiene algún miedo?
El compromiso de Búfalo con su carrera se extiende también a su mundo emocional y existencial. Con una sinceridad que sorprende, el deportista reveló uno de sus mayores temores: “siempre pienso cómo fue mi día y cómo será el día que me toque partir. ¿Será que si estoy satisfecho con lo que hice aquí, en mi estadía en la tierra?”.
Este pensamiento, cargado de reflexión, muestra un lado humano que va más allá de su apariencia física y de su fuerza extraordinaria. La vida de Búfalo es un equilibrio entre la exigencia del strongman y la búsqueda de significado en cada jornada, lo cual inspira a muchos que siguen su trayectoria en Yo Me Llamo.
*Contenido generado con asistencia de la IA.
