Shakira llegó a Barranquilla y dejó más que recuerdos: su paso por un simple bordillo durantes los precarnavales desató una fiebre colectiva. Ahora, ese lugar se ha convertido en una atracción turística, y hasta una hoja de un árbol que la cantante habría pisado se vende por un millón de pesos. Pero, ¿por qué la gente idolatra tanto a los famosos? ¿Qué dice esto sobre la mente humana?
El fenómeno no es exclusivo de Shakira. Desde los Beatles hasta Messi, las figuras públicas han generado devoción casi religiosa. Jamie Tehrani, antropólogo social de la Universidad de Durham, explica que los humanos han desarrollado una tendencia a imitar y engrandecer a figuras prestigiosas. “La fama es un poderoso imán cultural”, señala. No solo copiamos lo que hacen, sino que les atribuimos mayor sabiduría y valor a sus acciones.
Sigue a Cromos en WhatsAppEl sesgo del prestigio: cuando la fama distorsiona la percepción
El caso del bordillo de Shakira ilustra lo que los expertos llaman “sesgo del prestigio”. Este fenómeno ocurre cuando las personas otorgan valor a algo solo porque está vinculado a una figura reconocida. De ahí que una hoja pisada por la artista tenga un precio desorbitado.
Para Tehrani, este comportamiento tiene raíces evolutivas. Nuestros ancestros copiaban a los más exitosos para aprender habilidades clave para la supervivencia. Sin embargo, en la sociedad actual, donde la fama no siempre está ligada a logros significativos, este mecanismo nos lleva a idealizar aspectos triviales. No importa si una persona es cantante o futbolista; su prestigio convierte cualquier objeto relacionado en un tesoro.
El bordillo de Shakira: ¿devoción o desconexión con la realidad?
Lo que ocurre en Barranquilla es solo una muestra de cómo la idolatría hacia los famosos roza lo irracional. Desde subastas de mechones de cabello hasta peregrinaciones a lugares donde estuvieron, la gente busca una conexión con sus ídolos de formas poco lógicas.
Este fenómeno también habla de una necesidad emocional. La admiración por figuras públicas permite a los seguidores sentirse parte de algo más grande. En tiempos de incertidumbre, encontrar un símbolo de identidad –como un bordillo que pisó Shakira– puede generar un sentido de pertenencia y emoción.
Por esto, mientras que para algunos un sitio común en el que estuvo la artista colombiana, como un andén, es solo un rincón curioso, para otros puede ser un lugar sagrado. Y este tipo de comportamiento no es nuevo. En el pasado, la gente veneraba a reyes y dioses. Hoy, las celebridades ocupan ese espacio en la cultura popular.
Óyeme pero shakira subió la foto a las 12 y ya el bordillo lo hicieron atracción turística y le crearon el lugar en google maps pic.twitter.com/qDByQU1oIc
— 12:51 (Yeezus version) (@BeJezus_) February 23, 2025
Jamie Tehrani destaca que las celebridades influyen en nuestras decisiones, incluso cuando su éxito no tiene relación con lo que admiramos en ellas. “En nuestra sociedad, con su complejo sistema de clases, la división del trabajo y la mezcla de culturas, los criterios de éxito son mucho más variados. Muchas celebridades han logrado su éxito en campos como el deporte y la música, que pocos de nosotros pueden emular”, indica.
Es decir, alguien puede ser un gran cantante, pero eso no lo convierte en un gurú financiero o en un modelo a seguir en todos los aspectos de la vida. Aun así, la gente sigue sus pasos con devoción.
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¿Hasta dónde llegará la fiebre por Shakira?
De esta forma, el bordillo de Shakira en Barranquilla es un síntoma de un fenómeno mayor: la fascinación humana por las celebridades. No se trata solo de admiración, sino de una tendencia innata a valorar lo que tocan los famosos, incluso cuando no tiene lógica.
Este episodio plantea una pregunta clave: ¿hasta qué punto la idolatría es inofensiva y cuándo se convierte en una obsesión desmedida? Mientras cientos de personas siguen viajando a Barranquilla para tomarse fotos en el famoso bordillo, la mente humana continúa revelando su fascinante (y a veces irracional) relación con la fama.
Nace el bordillo de Shakira en el barrio Boston pic.twitter.com/Qpn03ypPbm
— Luchovoltio (@luchovoltios) February 23, 2025