El fallecimiento de Michelle Trachtenberg conmocionó a Hollywood y a sus seguidores. La actriz, recordada por su papel como Georgina Sparks en Gossip Girl, murió tras someterse a un trasplante de hígado, según informes de fuentes policiales reveladas por ABC News. Aunque su deceso se atribuyó a causas naturales, la pregunta inevitable es: ¿qué tan peligroso es este procedimiento?
Cada año, miles de personas reciben trasplantes de hígado para tratar enfermedades hepáticas graves, como la cirrosis o la insuficiencia hepática. Sin embargo, este tipo de cirugía es una de las más complejas en la medicina moderna y no está exenta de riesgos.
Sigue a Cromos en WhatsAppRiesgos del trasplante de hígado: ¿una apuesta peligrosa en el caso de Michelle Trachtenberg?
De acuerdo con Medline Plus, sitio oficial de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (NLM, por sus siglas en inglés), el trasplante de hígado es una intervención quirúrgica mayor que puede durar hasta 12 horas. Durante la operación, el paciente recibe un hígado donado—ya sea de una persona fallecida o de un donante vivo—y se le conecta a los vasos sanguíneos y las vías biliares del receptor.
Los riesgos asociados incluyen:
- Rechazo del órgano: el sistema inmunológico puede atacar el hígado trasplantado. Para evitarlo, los pacientes deben tomar inmunosupresores de por vida, lo que los hace vulnerables a infecciones.
- Complicaciones postoperatorias: hemorragias, infecciones graves y fallos en la función del órgano trasplantado son posibles.
- Efectos secundarios de los medicamentos: presión arterial alta, diabetes y mayor riesgo de cáncer son algunas consecuencias de la medicación.
En casos como el de Michelle Trachtenberg, quien según reportes habría padecido problemas con el alcohol, la recuperación podía ser aún más compleja. El alcoholismo daña múltiples órganos, lo que puede dificultar la aceptación del nuevo hígado y aumentar el riesgo de complicaciones.
¿Por qué el trasplante de hígado no siempre es una solución?
A pesar de ser una opción de tratamiento que puede salvar vidas, no todas las personas con enfermedad hepática son candidatas para un trasplante. Los médicos evalúan múltiples factores antes de aprobar a un paciente, incluyendo su estado de salud general, hábitos de vida y compromiso con el tratamiento postoperatorio.
El caso de Michelle Trachtenberg genera dudas sobre si su cuerpo estaba en condiciones óptimas para soportar la cirugía. Las enfermedades hepáticas avanzadas pueden afectar la coagulación de la sangre, aumentar el riesgo de infecciones y reducir la capacidad del cuerpo para sanar tras una operación de esta magnitud.
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Reflexión final: una muerte que genera preguntas
El fallecimiento de Michelle Trachtenberg no solo deja un vacío en la industria del entretenimiento, sino que también reabre el debate sobre los trasplantes de hígado y sus riesgos. A pesar de los avances médicos, sigue siendo una cirugía de alto riesgo que requiere seguimiento de por vida.
Su historia nos recuerda la importancia de la prevención, el acceso a tratamientos adecuados y la necesidad de información sobre las enfermedades hepáticas.
