Cómo hacer que tus hijos duerman toda la noche

Además de una sana nutrición y de la práctica de actividades físicas, el buen dormir y durante el tiempo necesario es un hábito que debe adquirir tu hijo para un desarrollo integral ideal.

Por Redacción Cromos

09 de noviembre de 2020

Logran mejorías en su rendimiento académico, salud mental y comportamiento general.

Logran mejorías en su rendimiento académico, salud mental y comportamiento general.

Fotografía por: Pixabay

Después de una jornada extensa, con múltiples actividades y un gasto de energía importante, nada mejor para un niño que un descanso suficiente y reparador, pues su vida no se detiene y el siguiente día llegará con el mismo dinamismo y carga de exigencias, que lo comprometerán a permanecer activo, entusiasta y en estado de alerta.

El sueño es fundamental para que los pequeños tengan un óptimo crecimiento físico y buen desarrollo tanto neurológico como mental y emocional. Mientras duermen plácidamente, recuperan la energía empleada en el día y su sistema inmunológico se restablece, motivo por el que hay menos posibilidades de que adquieran enfermedades o infecciones.

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Como lo señala la pediatra Sandra Pabón*: “Es importante que los niños adquieran rutinas saludables del sueño, porque al dormir bien se mejoran el aprendizaje, su comportamiento, la memoria y su salud en general, porque durante el sueño se fortalece su sistema de defensas y su regulación metabólica, relacionada con la producción hormonal adecuada, entre otros beneficios”.

Además, logran mejorías en su rendimiento académico, salud mental y comportamiento general. Por el contrario, los niños que no adquieren buenas pautas para dormir, son más propensos a tener problemas de conducta, sobrepeso u obesidad, hipertensión, dolores de cabeza y depresión. “También tienen alteraciones en su aprendizaje, en su estado de inmunidad (defensas) y alteraciones hormonales y del comportamiento”, complementa la doctora Pabón.

Como te puede pasar a ti, o a tantas personas cuando ha sido tarea imposible conciliar el sueño y dormir 2 o 3 horas seguidas, los niños también pueden despertarse con caras de pocos amigos, irritados, con pereza o desconcentrados. Una mala noche la tiene cualquiera, pero sí es una situación repetitiva en tu hijo, debes prestarle atención.

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Ronquidos, síndrome de apnea del sueño, respiración ruidosa o dificultosa, problemas del sueño-vigilia e hiperhidrosis del sueño (sudoración nocturna excesiva y frecuente), son algunos trastornos del sueño que deben ser consultados con el pediatra para un tratamiento oportuno y adecuado.

Algunos indicios que pueden señalarte que el niño no está durmiendo bien, o el tiempo necesario, son: más momentos de mal genio, falta de concentración y atención, dificultades en el aprendizaje, ganas frecuentes de dormir durante el día, decaimiento constante, interrupciones continuas del sueño nocturno o demoras para que llegue, inapetencia y pesadillas o terrores nocturnos, entre otros.

Con el fin de que no se presenten estos signos de alerta, o que tu hijo a las 10 u 11 de la noche aún esté revoloteando por toda la casa en búsqueda de juegos, el televisor, el computador, el celular o, incluso, haciendo tareas, es primordial que le inculques hábitos saludables para un buen dormir.

Cuidado con el entorno

Cuando es a dormir es a dormir; por lo tanto, construye un ambiente ideal, con cortinas oscuras y cerradas, temperatura agradable, luz apagada o a muy baja intensidad, en silencio y sin juguetes ni otros distractores en su cama, salvo un muñeco u objeto de apego con el que quiera dormir y que le brinde seguridad. Si te funciona con música suave o con la lectura de cuentos, adelante, siempre y cuando sea un estímulo asociado con el descanso.

La antesala

Antes de llevarlo a la cama, puede ser desde una hora antes, procura que se enfoque exclusivamente en el descanso y que tenga un momento de tranquilidad y relajación, sin actividad física. Es el tiempo preciso para lavarse los dientes, ponerse la ropa de dormir y sentarse por unos breves minutos a disfrutar de una buena lectura o de un par de canciones bonitas.

Sin tecnología

La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda mantener a los niños alejados en las noches del televisor, computador, celular y cualquier otro aparato tecnológico. En lo posible, déjalos en un lugar diferente a su habitación, y una hora antes de que se acueste desconéctalos o apágalos para que no tenga tentaciones y se suspenda su sueño nocturno. La actividad frente a pantallas disminuye la producción de melatonina (sustancia natural que avisa al organismo que es hora de dormir), evitando que se pueda dormir con facilidad y mantener el sueño constante durante las noches.

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Que sea una costumbre

Mientras crece, es aconsejable que le establezcas un horario más o menos fijo para acostarse y despertarse con el fin de que se regule su reloj biológico. Poco a poco se transformará en un hábito diario, que le permitirá sentirse más seguro y le resultará más sencillo conciliar el sueño y mantenerlo sin alteraciones durante la noche.

Prudencia con sus labores

No es recomendable que, además de sus compromisos académicos, le programes muchas actividades extracurriculares que pueden ocasionarle inconvenientes para dormir bien durante las noches. Es fundamental que en el día tu pequeño tenga momentos y espacios para el descanso y que esté relajado a la hora de dormir.

Nada es una camisa de fuerza; cada niño es diferente, y de acuerdo con su forma de ser, puedes adaptar las costumbres y los hábitos que consideres necesarios para que tu hijo duerma bien. “Las horas que deben dormir los niños depende de su edad, pero en los últimos estudios se evidencia que las necesidades de sueño dependen de cada uno de ellos”, aclara la doctora Pabón.

La Academia Estadounidense de la Medicina del Sueño (AASM, por sus siglas en inglés), aconseja el siguiente tiempo de sueño diario para los niños, según su etapa de desarrollo y teniendo en cuenta las siestas:

EDAD TIEMPO DE SUEÑO

De 4 a 12 meses De 12 a 16 horas

De 1 a 2 años De 11 a 14 horas

De 3 a 5 años De 10 a 13 horas

De 6 a 12 años De 9 a 12 horas

De 13 a 18 años De 8 a 10 horas

*www.sandrapabonpediatra.com.co

Redacción Cromos

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