Mi bebé estornuda mucho, ¿estará enfermo?

Aunque los estornudos suelen ser indicador de alergias o enfermedad, en los bebés es muy diferente.

Fotografía por: Pexels

Como adultos, solemos asociar los estornudos con gripa, alergias o alguna enfermedad en general, por lo que, al convertirnos en padres, enciende el bombillito de la alerta para saber si nuestros bebés están bien.

Sin embargo, la mayoría de los recién nacidos estornudan con mucha frecuencia, por lo que es normal que nos preguntemos ¿estará enfermo?

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¿Por qué estornudamos?

Los estornudos son expulsiones forzadas e involuntarias de aire por la nariz y la boca. No existe un solo motivo que llegue a causar estornudos, sino que cualquier irritante en la nariz puede generarlos.

El polvo, el aire frío, algunos olores fuertes, la pimienta o un virus en la nariz pueden desencadenar el estornudo. Además, las personas que sufren de alergias (al polvo, al polen, al pelo de animales, entre otros) también estornudan cuando entran en contacto con lo que los causa, como una reacción del cuerpo para mantenerlo alejado de su organismo.

¿Por qué estornudan los bebés?

Los recién nacidos, hasta cumplir los 6 meses aproximadamente, respiran sólo por la boca. Mientras se van desarrollando en sus primeros meses de vida, los bebés tienen la laringe situada más alta que los adultos, esto les permite comer y respirar a la vez.

Como no pueden respirar por la boca al estar comiendo, es fundamental que la nariz se mantenga limpia, para poder respirar bien. Ya que normalmente no utilizan constantemente sus fosas nasales, cualquier pequeña partícula alojada ahí desencadena un estornudo. Además, es un acto reflejo para que la nariz esté siempre liberada y abierta.

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En las primeras horas de vida, generalmente, estornudan mucho, limpiando las vías respiratorias de líquido amniótico, y con el paso de los días, pequeños restos de leche, mocos y polvo les hará estornudar.

Los estornudos, muy frecuentes en el recién nacido, van disminuyendo a medida que crece el bebé. No hay una edad en que dejen de hacerlo, ni un número “máximo” de estornudos al día.

Si los estornudos son esporádicos (pasa un buen tiempo sin estornudar) y no se asocian a otros síntomas, no tienes por qué preocuparte. Es más, son beneficiosos ya que permiten que la nariz de tu bebé esté abierta y limpia.

Sin embargo, debes estar pendiente por si aparecen otros síntomas como muchos mocos, tos y fiebre, indicador de estar resfriados. En esos casos sí debes consultar al pediatra para descartar algún problema serio.