Como papás es clave que aprendamos a poner límites y reglas a nuestros hijos, pero no tantas prohibiciones. Si bien es vital que conozcan de normas para llevar comportamientos ‘correctos’ y adecuados para relacionarse, las negaciones son una barrera que en muchas ocasiones no les permite desarrollarse y explotar todo su potencial.
No podemos decir ‘no’ a todo, pero tampoco podemos permitir que hagan siempre lo que deseen. La clave es encontrar el equilibrio entre una y otra, un espacio flexible para reflexionar y poder tomar decisiones y responsabilidades.
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En estas conversaciones podrán aprendan por qué hay reglas que seguir y también entiendan por qué es bueno seguirlas, así será más fácil hacerlo, ya que no sentirán el impulso de oponer resistencia.
El problema del ‘no’ excesivo
Si quieres lo que quieres es que tu hijo se desarrolle libre y plenamente nunca digas no a estas 5 cosas.
Como papás, en muchos casos, decimos que ‘no’ porque buscamos proteger a nuestros hijos y esto bien, mientras no caigamos en sobreprotegerlos. Sin embargo, una cosa es cuidar su seguridad y otra es querer encerrarlos en burbujas de cristal que no les permite crecer y madurar.
Si llegamos a este extremo, permitimos que lleguen las inseguridades y los miedos, porque no se promueve la autosuficiencia y el aprendizaje. Es bueno pedirles que obedezcan, pero también debemos animarlos a enfrentarse a retos y dificultades.
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Por esto, hemos reunido 5 cosas que no se les deben prohibir a los niños, para nutrir adecuadamente su desarrollo e incentivarlos a crecer.
1. Libertad de expresión
Los niños deben explorar sus emociones y para aprender a gestionarlas, precisamente deben poder expresarse y exteriorizar libremente lo que sienten. Hay que escucharlos y hacerlos sentirse valorados, aunque estén molestos o riendo a carcajadas. Deben saber que lo que sienten, hacen y piensan sí importa, pero también importa ser educados y seguir las reglas del lugar en el que se están.
2. Travesuras
Generalmente las travesuras son inocentes y son su forma de explorar, aprender y conocer más a fondo su mundo. Cuando esto suceda, no los desamines o regañes. Por el contrario, permítele trepar ese árbol o jugar bajo la lluvia, los raspones y resfriados se curan, las experiencias quedan para siempre.
Sin embargo, con esto no queremos decir que hay que permitirles hacer todo lo que quieran, porque esto sería caer en libertinaje, pero no todo puede ser un ‘no’. La clave es recordarles siempre que toda acción, tiene una reacción, así aprenderán a hacer sus elecciones.
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3. Su forma de relacionarse
No nos corresponde en ningún caso imponerles a los niños cómo relacionarse con las personas. Ellos van evaluando su entorno y toman sus decisiones de acuerdo con la manera en que perciben a quienes los rodean. Podemos recalcar las reglas generales de convivencia social, como el respeto y la no violencia, permitiéndoles que el resto de las elecciones específicas de sus interacciones sean libres.
Hay que prestar atención si notas cambios de actitud de tu hijo con alguien, porque siempre hay un motivo y no está bien pedirles que actúen diferente, sino que debemos entender el desencadenante del cambio.
4. Sus elecciones en la vestimenta
La manera de vestir también es una elección que hace parte de la manera de expresarse de los niños y dejarlos hacerlo libremente es bueno para su autonomía e identidad. Permíteles que vistan lo que quieran y que encuentren el estilo con el que se sientan identificados.
5. Hacer las cosas por su cuenta
Cuando permites a los niños retarse, fomentas su autonomía y les permites descubrir sus límites. Es clave darles espacio para aprender y para equivocarse. No debemos hacer todo por ellos ya que solo solucionarás de momento, pero no habrá un aprendizaje a largo plazo; es mejor enseñarles cómo hacerlo y luego permitirles encontrar su propio ritmo haciéndolo a su manera, para así desarrollar sus propias habilidades.
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