Un diagnóstico de cáncer transforma la vida en un instante. Las preocupaciones se centran en la supervivencia, pero también surgen dudas sobre el futuro, la familia y la fertilidad. ¿Podré ser madre después del tratamiento? ¿Mi cuerpo resistirá un embarazo?
Estas preguntas son clave, pues los tratamientos oncológicos como la quimioterapia, la radioterapia y la cirugía pueden afectar la capacidad reproductiva. Sin embargo, los avances en reproducción asistida ofrecen opciones para preservar la fertilidad antes del tratamiento y concebir después de superar la enfermedad.
Sigue a Cromos en WhatsAppPara entender mejor este panorama, la doctora María José Bravo Zurita, ginecóloga y responsable médico de la clínica de reproducción asistida Ginemed Málaga (España), explicó en una entrevista reciente los riesgos, las alternativas y la esperanza que la ciencia brinda a quienes desean ser padres tras un cáncer.
¿El cáncer afecta la fertilidad?
El impacto del cáncer en la fertilidad varía según el tipo de tratamiento recibido. La doctora Bravo detalla que la quimioterapia y la radioterapia pueden alterar la función ovárica y testicular, disminuyendo la producción de óvulos y espermatozoides.
En algunos casos, los efectos son reversibles, permitiendo la recuperación de la fertilidad con el tiempo. Sin embargo, en otros, la insuficiencia ovárica prematura o la azoospermia (ausencia de espermatozoides) pueden hacer imposible una concepción natural.
Preservar la fertilidad antes del tratamiento: una opción clave
Para quienes aún no han iniciado el tratamiento, existen alternativas para proteger su capacidad reproductiva. En los hombres, la criopreservación de esperma es una solución sencilla y efectiva. En las mujeres, se pueden congelar óvulos o embriones para su uso futuro.
“Además, en situaciones específicas, es posible preservar tejido ovárico como medida adicional”, indica la experta.
¿Se puede concebir después del cáncer?
Superar un cáncer no significa renunciar a la maternidad. Según la especialista, si se ha realizado una preservación de fertilidad, la reproducción asistida ofrece soluciones como la fecundación in vitro (FIV), permitiendo el embarazo con óvulos o espermatozoides previamente congelados.
Para quienes no han podido preservar su fertilidad, aún existen opciones, como la donación de óvulos o esperma y la gestación subrogada en países donde es legal.
Asimismo, en casos de cáncer con origen genético, la reproducción asistida también puede ayudar. A través del diagnóstico genético preimplantacional (PGT), se seleccionan embriones libres de mutaciones hereditarias, reduciendo el riesgo de transmitir la enfermedad a la siguiente generación.
“Es crucial contar con asesoramiento genético previo, ya que cada caso requiere un análisis detallado”, señala la doctora.
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Los avances en reproducción asistida: más esperanza para el futuro
Por último, es importante recordar que los últimos años han traído innovaciones en técnicas de preservación y regeneración de la fertilidad. La investigación actual busca proteger los órganos reproductivos durante los tratamientos oncológicos y mejorar la criopreservación de tejido ovárico y espermático.
Así, el cáncer no tiene por qué ser el final del camino hacia la maternidad o la paternidad. Gracias a los avances en reproducción asistida y a la planificación previa al tratamiento, es posible preservar la fertilidad y concebir tras superar la enfermedad.
La clave está en la información y en tomar decisiones oportunas. Consultar con especialistas en oncología y fertilidad permite explorar todas las opciones disponibles y aumentar las posibilidades de formar una familia en el futuro.
