El licor es sinónimo de celebración, amigos, esparcimiento, familia. Para muchos, tomarse una cerveza o un coctel en la noche es un merecido premio luego de una larga jornada laboral.
2025 amaneció con una alerta: El Dr. Vivek Murthy, autoridad sanitaria de Estados Unidos, informó a sus compatriotas que el consumo de alcohol puede aumentar el riesgo de sufrir cáncer, razón por la que es necesaria una actualización de la etiqueta de advertencia de salud en este tipo de bebidas.
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“El alcohol es una causa bien establecida y prevenible de cáncer, responsable de aproximadamente 100.000 casos de cáncer y 20.000 muertes por cáncer anualmente en Estados Unidos, mayor que las 13.500 muertes por accidentes de tráfico asociadas al alcohol por año en EE.UU., sin embargo, la mayoría de los estadounidenses desconocen este riesgo”, reza el comunicado de Murthy.
Sus palabras se oyen como una alerta de incendio y, por más que uno quiera, es imposible dejarlas de escuchar. ¿Mejor hacerse el sordo y continuar con la misma relación que tenemos con el licor? ¿Tomar una cerveza al día es pernicioso para la salud? ¿Es tiempo de resetiar nuestros hábitos con el licor, de modo que los reduzcamos al máximo?

Según la oficina del director general de Sanidad de EE.UU, después del tabaco y la obesidad, el alcohol es la tercera causa prevenible de cáncer en ese país.
Las dudas brotan a la espera del cambio en el etiquetado en las botellas y más estudios reveladores. Mientras eso ocurre, buscamos a un experto para profundizar en la relación entre el consumo del alcohol y el cáncer. La entrevista es al doctor Juan Carlos Velásquez, jefe del Centro de Oncología de la Clínica del Country.
- ¿Cuál es la relación entre el consumo de alcohol y el cáncer?
El consumo de alcohol incrementa el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer en hombres y mujeres, incluyendo cánceres de cabeza y cuello (cavidad oral, faringe y laringe), mama, esófago (particularmente el carcinoma escamocelular), estómago, hígado y colon, entre otros. Este riesgo varía según la frecuencia y cantidad de consumo, además de factores como el sexo de la persona y la interacción con otros elementos de riesgo o protectores. Los mecanismos implicados incluyen el daño al ADN por los metabolitos del alcohol, el aumento de niveles hormonales como el estrógeno y la interferencia en la absorción de nutrientes protectores.
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- ¿Qué opina sobre la propuesta de etiquetar botellas de licor con advertencias sobre el riesgo de cáncer, como sugiere el médico Vivek Murthy en Estados Unidos?
Es una medida acertada. Un paralelo evidente son las advertencias en las cajetillas de cigarrillos, que han demostrado ser efectivas para reducir el tabaquismo en países que las adoptaron. Por ejemplo, estudios en Canadá y Australia evidencian que etiquetas más grandes y gráficas aumentan los intentos de dejar de fumar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) respalda esta estrategia dentro del marco de control del tabaco. Implementar advertencias similares en las botellas de licor podría tener un impacto comparable en la reducción del consumo de alcohol y, por ende, del riesgo de enfermedades asociadas.
- ¿Existe una relación directa entre la cantidad de licor consumido y el desarrollo de cáncer?
Sí, y esta relación es evidente en varios tipos de cáncer. Por ejemplo, estudios como el Estudio de Salud de las Enfermeras en Estados Unidos han encontrado un aumento del riesgo de cáncer de mama de hasta un 15 % con solo tres a seis tragos por semana, y un incremento adicional del 10 % por cada 10 gramos de alcohol consumidos diariamente. La proporción de casos de cáncer atribuibles al alcohol varía entre países según sus niveles de consumo. En Estados Unidos, cerca del 2 % de los casos de cáncer de mama se atribuyen al alcohol, mientras que en Italia, donde el consumo es mayor, esta cifra asciende al 11 %. En el caso del cáncer de hígado, estudios han demostrado que el riesgo aumenta significativamente con consumos elevados, mientras que los bebedores moderados presentan un riesgo menor.
- ¿Cuáles son los cánceres asociados con el consumo de alcohol?
Los cánceres comúnmente relacionados con el consumo de alcohol son los de cabeza y cuello, mama, esófago, estómago, hígado y colon. El cáncer de páncreas también está vinculado, aunque requiere un consumo excesivo para que se manifieste con mayor frecuencia.
- ¿Qué le diría a una persona que consume al menos una lata de cerveza al día?
Le explicaría que, incluso con cantidades moderadas, existe evidencia de un aumento en el riesgo de cáncer. Por ejemplo, en el caso del cáncer de mama, el riesgo puede incrementarse hasta un 13 % con solo una bebida diaria. Por esta razón, las guías de la American Cancer Society de 2020 recomiendan evitar por completo el consumo de alcohol para reducir el riesgo de cáncer.
- ¿Y qué sucede con un vaso de whisky?
La recomendación sería la misma. No importa la bebida alcohólica específica, ya que el efecto sobre el riesgo de cáncer está relacionado con la cantidad de alcohol puro consumido, independientemente de la presentación.
- Última palabra: ¿Es mejor evitarlo completamente?
La clave está en la moderación. Si se decide consumir alcohol, es fundamental limitar la cantidad y la frecuencia. Además, es importante educar a la población sobre los riesgos asociados con el alcohol, no solo en términos de cáncer, sino también de enfermedades como cirrosis, pancreatitis y problemas cardiovasculares. Existen alternativas sin alcohol que permiten disfrutar socialmente sin los efectos adversos. Desde una perspectiva de salud pública, sería ideal promover iniciativas que reduzcan el consumo de alcohol para fomentar un entorno más saludable.
- ¿Cuáles son los síntomas clásicos del cáncer de hígado y de páncreas?
El cáncer de hígado suele manifestarse con pérdida progresiva de peso, dolor abdominal, ictericia (color amarillo en los ojos) y acumulación de líquido en el abdomen (ascitis). En el caso del cáncer de páncreas, los síntomas más frecuentes son dolor de espalda, ictericia, pérdida de peso, un aumento repentino en los niveles de azúcar en sangre y, en algunos casos, síntomas depresivos.
- ¿Cuál es la diferencia entre un alcohólico y alguien que consume alcohol regularmente?
La principal diferencia está en el control y las consecuencias del consumo. Una persona que consume alcohol regularmente puede detenerse cuando lo desee y no ve afectadas sus relaciones personales, laborales o sociales. En contraste, un alcohólico pierde el control sobre la cantidad consumida, prioriza el alcohol sobre otras responsabilidades y actividades, y desarrolla una dependencia física o psicológica.
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