El kapping y el dipping son utilizadas para prolongar la duración del esmalte y reforzar las uñas naturales. Sin embargo, cada una tiene características, beneficios y procesos distintos. Si estás considerando cuál elegir para tu próxima manicura, aquí te explicamos sus diferencias.
¿Qué es el kapping?
El kapping (también conocido como “encapsulado”) es una técnica que consiste en aplicar una capa de gel o acrílico sobre la uña natural para protegerla y darle mayor resistencia. A diferencia de las extensiones, el kapping no alarga la uña, sino que refuerza la estructura existente.
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Proceso del Kapping:
- Preparación de la uña: Se realiza una limpieza profunda, eliminando grasa y residuos.
- Aplicación de primer: Se coloca un primer o adherente para mejorar la fijación del producto.
- Capa de gel o acrílico: Se aplica el material en la uña natural y se moldea.
- Curado en lámpara UV o secado: Si es gel, se debe curar en lámpara UV/LED; si es acrílico, seca al aire.
- Lijado y pulido: Se da forma y se alisa la superficie.
- Esmaltado y sellado: Se finaliza con esmalte semipermanente o tradicional.

Tanto el Kapping como Dipping son técnicas con muchos beneficios para las uñas, saber cuál es la mejor solo depende de que es lo que necesites para tus uñas.
Beneficios del Kapping
- Refuerza las uñas frágiles y quebradizas.
- Prolonga la duración del esmalte.
- Brinda un acabado natural y brillante.
- Evita el quiebre y el desgaste prematuro de las uñas.
¿Qué es el dipping?
El dipping (sistema de inmersión) es una técnica en la que la uña se sumerge en un polvo acrílico pigmentado, creando una capa resistente y de larga duración. Este método no requiere lámpara UV, lo que lo hace una opción más rápida y menos agresiva.
¿Cómo se hace el dipping en las uñas?
- Preparación de la uña: Se limpia y se lima suavemente la superficie.
- Aplicación de base adhesiva: Se coloca una capa de resina o pegamento especial.
- Inmersión en el polvo: Se sumerge la uña en el polvo acrílico (de color o transparente).
- Repetición del proceso: Se aplica otra capa de adhesivo y se vuelve a sumergir para mayor resistencia.
- Sellado y pulido: Se sella con un activador y se pule para lograr un acabado liso.
- Aplicación de top coat: Se finaliza con un sellador para mayor brillo y durabilidad.
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Beneficios del dipping:
- No requiere lámpara UV.
- Proceso más rápido que el gel o acrílico.
- Aporta fuerza sin ser demasiado grueso.
- Durabilidad de hasta 3-4 semanas.
- Disponible en una amplia gama de colores y acabados.
¿Cuál de las dos técnicas es mejor?
- Si buscas fortalecer tus uñas sin agregar grosor excesivo, el kapping es ideal.
- Si prefieres un proceso más rápido y sin lámpara UV, el dipping es una gran opción.
- Para uñas frágiles que necesitan protección extra, el kapping proporciona más resistencia.
- Si deseas un color duradero sin necesidad de esmaltado adicional, el dipping es más conveniente.
Ambas técnicas ofrecen una manicura duradera y estilizada. La elección dependerá de tus necesidades y preferencias.
