No todos los colores tienen la misma duración, y algunos tonos son más propensos a dañarse por su composición. Si te has preguntado por qué los esmaltes blancos se cuartean tan rápido o por qué los tonos metálicos pierden su brillo en un abrir y cerrar de ojos, la respuesta está en la fórmula del producto, el grosor de la aplicación y el factor más determinante: los hábitos diarios.
Y es que cada uno tiene su propio reto cuando se trata de duración. Pero no te preocupes, con las técnicas adecuadas y los productos correctos, puedes prolongar la vida de tu manicure.
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En Cromos descubrirás cuáles son los colores de esmalte que se dañan con mayor facilidad, y cómo puedes proteger tu manicure para que luzca como deseas por más tiempo. Te daremos trucos para que tu próxima aplicación resista el paso del tiempo como si fuera un muro de concreto.
Con estos tips buscarás que tu esmalte se mantenga intacto, sin importar el color que te guste.

Uñas pintadas de vinotinto con un acabado mate: ofrecen un aspecto sofisticado y sobrio.
Los colores que se dañan más rápido y por qué
1. Blanco y tonos pastel:
- Problema: Son colores de base clara y tienden a ser más translúcidos, lo que obliga a aplicar varias capas para lograr una cobertura uniforme. Esto hace que el esmalte quede más grueso y sea propenso a cuartearse.
- Solución: Usa una base blanca de alta calidad para reducir la cantidad de capas de color y lograr una mejor adherencia.
2. Rojo y tonos oscuros (negro, vino, azul marino):
- Problema: Aunque parecen resistentes, estos colores contienen pigmentos intensos que pueden desgastarse en las puntas con el uso constante de las manos. Además, cuando comienzan a descascararse, el contraste con la uña natural es muy evidente.
- Solución: Aplica una capa extra de brillo sellador en las puntas para reforzar la protección y prolongar la duración.
3. Amarillo y neón:
- Problema: Además de que requieren múltiples capas para lograr un tono vibrante, suelen volverse opacos o adquirir un tono manchado con el tiempo.
- Solución: Usa una base protectora para evitar que el pigmento manche la uña y aplica una capa de brillo de secado rápido para mantener el color vibrante.
4. Metálicos y cromados:
- Problema: Estos esmaltes contienen partículas brillantes que tienden a desprenderse con más facilidad, especialmente si la superficie de la uña no está bien preparada.
- Solución: Antes de aplicar el color, usa una base de gel o un esmalte fortalecedor para una mejor adherencia y un acabado duradero.
Cómo proteger tu manicure
- Aplica una base de calidad: Una buena base ayuda a que el esmalte se adhiera mejor y evita que los pigmentos manchen la uña.
- Usa capas finas de esmalte: Es mejor aplicar dos capas delgadas en lugar de una gruesa para evitar que se agriete.
- Sella las puntas: Pasar el pincel por el borde libre de la uña ayuda a evitar el desgaste en las puntas.
- Evita el agua caliente: El calor dilata el esmalte y puede hacer que se desprenda más rápido. Usa guantes al lavar platos o limpiar.
- Reaplica brillo cada dos días: Un top coat transparente ayuda a mantener el manicure sellado y con un acabado fresco.
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