Muchas mujeres se avergüenzan por tener gases vaginales, sin embargo, hay que tener presente que son muy comunes y que no hay motivo por el que sentir pena, sobre todo si se dan durante las relaciones sexuales.
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De pronto ese temor se da porque la mayoría desconoce el motivo de esta situación y si hay alguna posibilidad de hacerlos menos frecuentes o si es posible que nunca suceda, sobre todo si definitivamente es algo que te incomoda mucho.
Si tienes una vida sexual activa lo más probable es que ya hayas tenido gases vaginales, repetimos, esto no es nada mal, no es ningún índice de que algo negativo le esté sucediendo a tu organismo. Pero si quieres que aparezcan menos durante el sexo, aquí te contamos cuáles son las posiciones sexuales que ayudan a reducirlos.
¿Por qué salen gases de mi zona íntima?
Los pedos o gases vaginales son muy diferentes a las flatulencias intestinales, los de la zona íntima femenina no tienen mal olor, y como ya mencionamos, no son síntoma de alguna enfermedad.
Estos se dan cuando entra aire de más a la vagina mientras la están penetrando, como se escucha un ruido, muchas se sienten incómodas y apenadas. Vale recordar que la vagina es una cavidad con pliegues, a los que también se les llama rugosidades, entonces el aire queda atrapado allí y cuando se libera sale a modo de gas.
Durante la penetración, especialmente si es fuerte, entran porciones de aire que quedan atrapados al interior de la vagina, cuando salen estallan en un sonido particular, parecido al de una flatulencia. Como muchas prefieren no pasar por eso, te contamos cuáles son las posiciones que ayudan a prevenir los gases vaginales.
Misionero
Esta posición tradicional es muy efectiva para evitar los pedos vaginales, su ángulo impide que entre mucho aire. Si bien él tiene el control, la mujer puede mover sus caderas o poner una almohada debajo de los glúteos para que la penetración se más profunda.
Sentados frente a frente
Aquí la mujer puede tener más control, asimismo, como los cuerpos están muy cerca durante la penetración ayuda a que no haya exceso de aire. El hombre debe sentarse en la orilla de la cama o en una silla cómoda, ella sienta encima con las rodillas separadas y con los movimientos que prefieran dar rienda suelta a la imaginación y el placer.
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De pie, pero ella da la espalda
Si ambos están de pie hay menos chance de que ella tenga gases vaginales, pero él debe penetrar desde atrás. Para algunos está es una posición sexual intensa, pero un plus es que ambos tienen el control de la situación, así no hay riesgo de entradas de aire.
Vaquera
Cuando la mujer cabalga le es más fácil llegar al orgasmo porque hay un buen roce con el clítoris, el hombre de esta manera puede llegar más fácil al punto G, y como ella tiene control de sus movimientos le resulta más fácil evitar que se den esos incómodos gases.
