El orgasmo, para muchos es la finalidad de tener relaciones sexuales, es el punto más álgido, el de mayor excitación, el clímax de toda esa faena que es el sexo, cuando llegamos a ese momento coloquialmente lo llamamos “venirse”, es decir, cuando sientes más placer que nunca. Sin embargo, hay que notar que la eyaculación no es lo mismo que el orgasmo y aquí te contamos cuál es la diferencia.
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¿Por qué no es lo mismo? Muy sencillo, el orgasmo no necesariamente va acompañado de la eyaculación, así como también se puede eyacular sin experimentar un orgasmo, si bien hay un gran vínculo entre ambos, son procesos muy diferentes.
¿Qué es el orgasmo?
Este es el momento de clímax, cuando la tensión sexual es liberada espontáneamente y se caracteriza por contracciones musculares rítmicas en la parte de la pelvis. Esta es una descarga de placer, de la que sigue el fin de la excitación sexual.
¿A qué nos referimos con “venirse” (eyacular)?
Usualmente, de manera casual, las personas cuando hablan de “venirse” se refieren a la eyaculación, que es la expulsión de un líquido genital o fluido biológico que se produce desde la uretra tanto en hombres como en mujeres, naturalmente, esto se da durante el coito o la masturbación.
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Muchos orgasmos en ellas no vienen acompañados de una eyaculación, y aunque es más común que ellos se vengan durante el clímax, es completamente normal que tengan un orgasmo seco. Hablando de las mujeres, la eyaculación no tiene por qué ser significado de mayor placer, sin embargo, hay algunas posiciones que pueden aumentar las probabilidades de expulsar líquido, como el misionero con las piernas levantadas, o de rodillas y de pie.
Si eres mujer y quieres saber qué se siente tener el afamado squirt, se necesita que no deje de haber estimulación en el acto, cambia el ritmo, la posición, trabaja en equipo con tu pareja para que sea más fácil venirte.
