Kate Hudson ha conquistado Hollywood con su carisma y talento, pero en su última entrevista con Bustle, sorprendió al hablar sin tapujos de su vida sexual. A sus 45 años, la estrella de Una nueva jugada (Netflix) dejó claro que el sexo a los 40 no solo es mejor, sino que se vive con una libertad que en la juventud resulta impensable.
Su revelación no pasó desapercibida: “El sexo no se supone que sea lindo, y creo que cuando te haces mayor te diviertes más con eso”, confesó. La afirmación de Hudson plantea una pregunta interesante: ¿es la madurez la mejor edad para el placer?
Sigue a Cromos en WhatsAppSexo después de los 40: cuando el placer se transforma en libertad
Durante décadas, la sociedad ha impuesto la idea de que la juventud es la cúspide del deseo y la sensualidad. Pero Kate Hudson, con la seguridad que da la experiencia, derrumba ese mito. Para la actriz, la clave del mejor sexo radica en la libertad: menos preocupaciones estéticas, menos inseguridades y más conexión con el cuerpo y el deseo propio.
Según ella, en los primeros años de la sexualidad las personas procuran enfocarse en cómo se ven o en hacerlo ‘bien’. “Ahora solo me divierto”, explicó. Y sus palabras resuenan con muchas personas que han descubierto que la madurez no apaga el fuego, sino que lo aviva con un enfoque más auténtico y sin presiones.
La actriz, conocida por su papel en Cómo perder a un hombre en 10 días, también dejó claro que la coquetería es parte de su esencia. “Soy la más coqueta del planeta”, dijo entre risas, asegurando que su pareja, Danny Fujikawa, comprende y acepta su personalidad extrovertida y seductora.
Por otra parte, la autenticidad y sinceridad de Hudson al hablar del sexo después de los 40 también reflejan un cambio cultural. Cada vez más figuras públicas desafían los estereotipos sobre la sexualidad y el envejecimiento, mostrando que el deseo no tiene fecha de caducidad.
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El mejor sexo: ¿cuándo llega realmente?
La confesión de Kate Hudson deja una reflexión poderosa: el mejor sexo no está en la juventud, sino en la seguridad y libertad que se adquiere con los años. A los 40, el deseo no solo sigue vivo, sino que se libera de expectativas irreales y se convierte en una experiencia más plena.
Tal vez la mejor edad para el sexo no se mide en números, sino en la capacidad de disfrutarlo sin miedos ni presiones. Y Hudson lo tiene claro: cuando llega la libertad, el placer se multiplica.
*Contenido generado con asistencia de la IA.
