Un sauna infrarrojo es una cabina llena de luces infrarrojas que calientan e iluminan el cuerpo para mejorar el bienestar y la salud. El calor ejercita el sistema cardiovascular, fortalece el sistema inmunológico, induce un sudor relajante que desintoxica y desinflama el cuerpo; mientras que la luz activa las células llenándolas de energía para generar beneficios en todo el organismo.
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La luz del sauna infrarrojo emula los rayos del sol, sin los rayos ultravioletas dañinos, dándole beneficios adicionales al de un sauna tradicional. Estudios demuestran que la luz infrarroja puede rejuvenecer la piel, reducir el estrés y la fatiga, mejorar el ánimo, y acelerar la recuperación de traumas. Usuarios reportan alivio en inflamación crónica, dolores musculares, artritis, estrés, y depresión.
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También es una buena manera de quemar calorías y ejercitar el cuerpo para personas sin la motivación o capacidad de hacer ejercicio cardiovascular tradicional. Cada terapia tiene una duración de 40 minutos, a una temperatura que calienta el cuerpo paulatinamente a diferencia de los saunas tradicionales que brindan sesiones agudas de 10 o 15 minutos.
Para aprovechar y popularizar los poderes terapéuticos de los saunas infrarrojos, los cuales en Colombia solo están disponibles en clínicas especializadas, los empresarios colombo-americanos Yolanda Gamboa y Luis Felipe González (madre e hijo), trabajaron en la creación y montaje de Thermacure Sauna Estudio, un moderno complejo para recibir terapia de sauna infrarrojo, dotado de tecnología y diseño únicas en Latinoamérica.
Este espacio fuee fundado por la arquitecta y Diseñadora de Interiores, Yolanda Gamboa y su hijo Luis Felipe González, Neurobiólogo. Los dos combinaron su experiencia para crear un espacio vanguardista único, que incorpora las formas orgánicas de la naturaleza, transportando al usuario a un mundo fantástico, brillante y cálido, lejos de los días fríos y grises de Bogotá.
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La idea de poner en funcionamiento Thermacure surgió durante la pandemia, cuando Luis Felipe cofundador, leía estudios científicos en búsqueda de métodos para mejorar su salud. Descubrió cientos de documentos que evidenciaban los efectos positivos del calor y la luz infrarroja en el fortalecimiento del cuerpo.
Pensando en hacer los saunas infrarrojos lo más accesibles posible, diseñaron un espacio de 120 metros cuadrados con 10 saunas infrarrojos, y precios a una fracción de lo que cobran las clínicas especializadas que ofrecen estas terapias.
En sus redes, educan al público sobre los beneficios científicamente probados de las terapias de sauna infrarrojo, con el fin de que poco a poco la percepción pública de los saunas cambie de ser un pasatiempo a una infraestructura de salud pública.
“El concepto de diseño plantea volver a la matriz, un ambiente tibio, una especie de refugio, como de donde nacimos, la iluminación es cálida, titila, dando una sensación de que está vivo el espacio, es como sentirse en una nube, en una membrana”, señaló la cofundadora, Yolanda Gamboa.
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Thermacure está ubicado en la carrera 7 #84 B 40, en un amplio y moderno espacio de estilo futurista, con 10 cabinas de sauna infrarrojo; cada una tiene un televisor de 43 pulgadas donde se pueden ver contenidos para mejorar la vida, meditación guiada, ejercicios de respiración y un completo menú de alternativas.
Igualmente están dotadas de espejo, servicio de toallas, aromaterapia, una cabina para usuarios de sillas de ruedas, y otra para hacer yoga caliente. Luego de cada uso son secadas y desinfectadas, lo que las hace más higiénicas que las de los gimnasios.
