El daño progresivo que la diabetes causa en el organismo se debe a la afectación de los vasos sanguíneos y los nervios. En los riñones, puede derivar en insuficiencia renal crónica; en los ojos, provocar retinopatía diabética que compromete la visión, y en el cerebro, aumentar el riesgo de enfermedades neurodegenerativas y accidentes cerebrovasculares. Estas complicaciones impactan la salud física y emocional.
Lee en Cromos: Sexo en la menopausia: ginecólogo habla sobre el deseo y la masturbación ¿Cambian?
Sigue a Cromos en WhatsAppPara entender cómo la diabetes afecta estos órganos y qué medidas pueden tomarse para prevenir o retrasar sus efectos, entrevistamos a la doctora Eleonora Vizcaíno, quien nos explica los riesgos y las estrategias para el manejo de esta enfermedad.

La diabetes es una de las enfermedades crónicas más prevalentes en el mundo y su impacto va mucho más allá de los niveles de azúcar en la sangre.
¿De qué́ manera la diabetes impacta en la salud y sobre todo en órganos como riñón, ojos, cerebro?
La diabetes mellitus no controlada durante varios años puede tener un impacto significativo en órganos clave de nuestro organismo. Para evitar complicaciones graves, es fundamental mantener un control adecuado de los niveles de glucosa en sangre y realizar una detección y manejo temprano de posibles complicaciones.
A nivel de los riñones, aproximadamente 10 años después del inicio de la diabetes, se pueden presentar signos de daño, como la excreción de proteínas por la orina. Con el tiempo, esto puede llevar a una disfunción renal progresiva, hasta la pérdida total de la función renal, lo que requiere tratamiento mediante diálisis o un trasplante de riñón.
En los ojos, la principal consecuencia de la diabetes es la inflamación de la retina, lo que puede afectar gravemente la agudeza visual e incluso llevar a la ceguera. Esta afección es conocida como retinopatía diabética y ocurre cuando los altos niveles de glucosa dañan los pequeños vasos sanguíneos de la retina. Además, las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar cataratas y glaucoma, otras complicaciones oculares comunes.
A nivel del cerebro, la diabetes puede afectar los vasos sanguíneos, lo que aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV). Esto ocurre porque los niveles altos de azúcar en la sangre pueden hacer que se acumule placa en las arterias, lo que estrecha los vasos sanguíneos y dificulta el flujo de sangre hacia el cerebro. Además, la diabetes puede afectar la memoria y la capacidad para pensar con claridad, lo que puede llevar a problemas como la demencia o el deterioro cognitivo, ya que el mal flujo sanguíneo puede dañar el cerebro a largo plazo.
También, se pueden presentar otras alteraciones en otros órganos como corazón, nervios y vasos de miembros inferiores, principalmente porque los niveles altos de glucosa dañan los vasos sanguíneos más pequeños, lo que afecta el suministro de sangre y oxígeno a los órganos, causando complicaciones.
Te puede interesar leer: ¿Cuáles son los exámenes médicos que nos debemos hacer al menos una vez al año?
¿Cuáles son los síntomas o signos de alerta que indican que puede estar desarrollando diabetes?
Es importante saber que, en las etapas iniciales de la diabetes, muchas veces no se presentan síntomas evidentes. Esta enfermedad puede ser silenciosa, por lo que es crucial hacerse chequeos médicos para detectar la diabetes a tiempo.
Cuando los niveles de glucosa en la sangre están muy elevados, pueden aparecer algunos síntomas comunes, como:
- Sed excesiva: sentir una sed incontrolable, incluso después de beber líquidos.
- Orinar con más frecuencia: ir al baño muchas veces durante el día o la noche.
- Visión borrosa: tener dificultades para ver con claridad o sentir que la vista se vuelve difusa.
- Pérdida de peso inexplicada: perder peso sin haber hecho cambios en la dieta o el ejercicio.
¿Cuáles son los factores de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2, la más frecuente?
Los factores de riesgo para desarrollar diabetes se dividen en prevenibles y no prevenibles.
Factores no prevenibles:
- Edad avanzada: A medida que las personas envejecen, el riesgo de desarrollar diabetes aumenta, especialmente después de los 45 años.
- Historia familiar de diabetes: Si tienes familiares cercanos, como padres o hermanos, con diabetes, tienes mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad debido a factores genéticos.
Factores prevenibles:
- Sedentarismo: La falta de actividad física regular es un factor clave en el desarrollo de la diabetes tipo 2. El ejercicio ayuda a mantener un peso saludable y mejora la forma en que el cuerpo utiliza la insulina.
- Sobrepeso y obesidad: Tener un exceso de peso, especialmente alrededor del abdomen, aumenta el riesgo de diabetes, ya que las células del cuerpo se vuelven menos sensibles a la insulina.
- Dieta no saludable: Una alimentación rica en azúcares, grasas saturadas y alimentos procesados puede contribuir al aumento de peso y la resistencia a la insulina, elevando el riesgo de desarrollar diabetes.
Las uñas e infecciones alrededor de ellas ¿Podrían ser un indicador de que se puede estar desarrollando diabetes?
No es común que las alteraciones en las uñas o infecciones de las uñas sean un signo directo de que se está desarrollando diabetes.
Sin embargo, si ya se tiene diabetes, es importante tener cuidado con cualquier cambio en las uñas, ya que la diabetes puede afectar la circulación sanguínea y la capacidad del cuerpo para combatir infecciones. Esto puede hacer que las infecciones en las uñas o los pies sean más frecuentes y difíciles de tratar. Las personas con diabetes pueden experimentar problemas como heridas que tardan más en sanar, infecciones recurrentes y úlceras en los pies, que, si no se controlan adecuadamente, pueden complicarse y llevar a problemas graves.
¿Por qué tienen mayor sensibilidad a las infecciones cutáneas cuando se es un paciente diabético?
En primer lugar, la diabetes puede causar una disminución en la sensibilidad de los pies, lo que significa que una persona puede no sentir lesiones, heridas o irritaciones en esta área, lo que dificulta la detección temprana de problemas. Las lesiones, escoriaciones o heridas en los pies pueden convertirse en una puerta de entrada para infecciones que, si no se tratan a tiempo, pueden complicarse y ser más difíciles de controlar.
Además, la diabetes puede obstruir los vasos sanguíneos, especialmente en las piernas, lo que reduce el flujo de sangre y oxígeno a los tejidos. Esto disminuye la capacidad del cuerpo para sanar heridas y combatir infecciones. En casos graves, la mala circulación y las infecciones no tratadas pueden aumentar el riesgo de amputaciones.
Por todo esto, es crucial que los pacientes con diabetes revisen sus pies todos los días. Muchas veces, las lesiones no causan dolor y pueden pasar desapercibidas, pero pueden empeorar si no se detectan a tiempo. Mantener una buena higiene, usar calzado adecuado y buscar atención médica inmediata ante cualquier signo de herida o infección son medidas esenciales para prevenir complicaciones graves.
¿Cuáles son las infecciones más frecuentes que tienen los pacientes diabéticos?
Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones, especialmente en los pies, debido a la disminución de la circulación sanguínea, la neuropatía (pérdida de sensibilidad) y el sistema inmunológico debilitado. Cuando se presentan infecciones, suelen ser más graves y difíciles de tratar.
Otras infecciones más comunes en personas con diabetes incluyen:
Infecciones urinarias: Las personas con diabetes son más propensas a infecciones del tracto urinario (ITU) debido a que los niveles elevados de glucosa en la orina pueden favorecer el crecimiento de bacterias.
Infecciones de la piel: Las infecciones cutáneas, como las bacterianas y fúngicas, son comunes, sobre todo en áreas húmedas o pliegues de la piel. La piel puede volverse más susceptible a infecciones por hongos debido a la glucosa elevada.
Infecciones respiratorias: Las personas con diabetes también tienen un mayor riesgo de infecciones respiratorias, como la neumonía, debido a que la diabetes puede afectar la función del sistema inmunológico y hacer que el cuerpo sea más vulnerable a las infecciones.
Infecciones dentales y encías: Las infecciones en las encías o la periodontitis también son comunes en pacientes con diabetes. El control inadecuado de los niveles de azúcar en sangre puede aumentar el riesgo de infecciones orales.
Las infecciones en personas con diabetes pueden volverse graves rápidamente, por lo que la detección temprana y el tratamiento adecuado son esenciales para evitar complicaciones.
¿Cuáles son las recomendaciones para mantener un adecuado cuidado en uñas y pies?
Es fundamental que las personas con diabetes revisen regularmente sus pies y uñas, ya que a menudo no sienten lesiones o infecciones debido a la disminución de la sensibilidad. Mantener una buena higiene es esencial, lo que incluye lavar los pies todos los días con agua tibia y jabón suave, secándolos cuidadosamente, especialmente entre los dedos, para evitar la humedad que puede favorecer infecciones.
Además, se debe cortar las uñas de los pies de manera recta para evitar que se encarnen y asegurarse de que no haya bordes afilados que puedan causar heridas. Si hay algún signo de infección o lesión, como enrojecimiento, hinchazón, dolor o secreción, es importante buscar atención médica de inmediato.
También es muy importante utilizar calzado cómodo, que no cause fricción ni presión sobre los pies. El calzado debe ser de tamaño adecuado, con suficiente espacio para los dedos y sin costuras internas que puedan irritar la piel. Los zapatos acolchados proporcionan mayor comodidad y protección. Las medias sin costuras son recomendables porque reducen el riesgo de irritación en los pies.
Por último, evitar caminar descalzo, especialmente en superficies duras o calientes, es crucial para prevenir lesiones.
¿Cuáles son los riesgos de no controlar la diabetes?
No controlar la diabetes puede llevar a una serie de complicaciones graves, tanto agudas como crónicas.
Entre las complicaciones agudas, una de las más peligrosas es la cetoacidosis diabética, que ocurre cuando el cuerpo comienza a producir altos niveles de cetonas debido a la falta de insulina. Esta condición puede ser muy grave, requerir tratamiento hospitalario urgente y, si no se trata a tiempo, poner en riesgo la vida del paciente y afectar su condición neurológica.
Las complicaciones crónicas más comunes de la diabetes incluyen son las ya mencionadas: enfermedades del corazón, ya que aumenta el riesgo de infartos e insuficiencia cardíaca debido al daño a los vasos sanguíneos. También se presentan problemas cerebrales, como un mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares (ACV) y deterioro cognitivo. A nivel ocular, la retinopatía diabética puede causar pérdida de visión o incluso ceguera. Además, la diabetes puede dañar los riñones, lo que puede llevar a insuficiencia renal y requerir tratamientos como diálisis o trasplante. Finalmente, los problemas en los pies son frecuentes debido a la mala circulación y la falta de sensibilidad, lo que puede ocasionar heridas graves, úlceras e infecciones que, en casos extremos, pueden requerir amputación.
¿Cuáles son los tratamientos o medidas que se deben tener en cuenta para tratar la diabetes?
El tratamiento de la diabetes debe ser personalizado y supervisado por un médico tratante. Es fundamental que el médico establezca metas de control en varios aspectos, como la presión arterial, los niveles de colesterol, los triglicéridos y, por supuesto, los niveles de glucosa en la sangre.
El paciente debe adoptar un estilo de vida saludable, lo que incluye seguir una dieta balanceada, hacer actividad física regular y evitar hábitos perjudiciales como el consumo de cigarrillo. Estos cambios son esenciales para controlar la diabetes y prevenir complicaciones.
En cuanto al tratamiento médico, el médico decidirá qué manejo es el más adecuado según el perfil de cada paciente, teniendo en cuenta los niveles de glucosa, los riesgos asociados y las posibles complicaciones. El tratamiento puede incluir medicamentos orales o inyectables, como la insulina, para mantener los niveles de glucosa dentro del rango recomendado. El seguimiento regular es crucial para ajustar el tratamiento según la evolución del paciente y prevenir complicaciones a largo plazo.
*La Dra. Eleonora Vizcaíno es la subgerente médica de la Clínica La Colina.
No te vayas sin antes leer: ¿La Generación Z tiene más inteligencia emocional que los mayores de 35 años?
