Para Sandra Madeleine Castelblanco, profesional Desarrollo Humano, y Yida Arias, jefe Desarrollo Humano de la Universidad Javeriana, el coaching es una disciplina orientada al desarrollo personal que hace uso de la mayéutica Socrática para ayudar a que la persona se dé cuenta, se haga cargo de su propio crecimiento y desarrolle su potencial. Por lo tanto, la pregunta se convierte en la herramienta principal del acompañamiento.
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Sigue a Cromos en WhatsAppA continuación, ampliaremos más sobre la disciplina que propone guiarte a punta de buenas prácticas.
¿En qué consiste el coaching?
Partiendo del significado de este término, el coaching en esencia busca que la persona identifique el lugar en el que se encuentra, entendido como su situación actual, y determine a dónde quiere llegar; para ello se sirve del coach quien actúa como espejo que le ayuda a reflejar aquellas cosas que la persona necesita ver para actuar de maneras diferentes.
El coaching es un proceso limitado en el tiempo y en su alcance, no debe confundirse con otras disciplinas como la psicoterapia, el mentoring, o la consejería.
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¿Cuáles son las últimas tendencias en coaching a nivel global?
La práctica del coaching se ha diversificado en diferentes contextos como el ámbito deportivo, financiero, ejecutivo, de equipos, personal, de vida, entre otros. Así mismo, la fundamentación conceptual varía dependiendo de la escuela en la que se haya formado el coach; actualmente encontramos enfoques desde la programación neurolingüística, la ontología, la psicología cognitiva y la corriente sistémica.
Contando con esta amplia oferta es común que los coaches adquieran diferentes metodologías para enriquecer su labor dependiendo de las necesidades del coachee. A partir de la experiencia recogida con la pandemia se hace frecuente este tipo de acompañamiento a través de plataformas virtuales.
¿Qué se debería tener en cuenta antes de acceder a un servicio de coaching?
En primer lugar, es necesario validar que el acompañamiento se lleve a cabo con una persona certificada y preferiblemente con lo que podemos llamar “horas de vuelo”, también es importante tener identificada la necesidad para acudir al profesional adecuado para atenderla.
Este proceso parte de la disposición de la persona para explorar, conocerse y mostrarse vulnerable, por lo cual, antes de acceder al acompañamiento es fundamental que reconozca la necesidad de ayuda y muestre el compromiso con las acciones que requiere para cumplir el propósito de cambio. Teniendo en cuenta que no se debe idealizar el coaching, se debe entender que es un proceso y por lo tanto el cambio no es inmediato, requiere tiempo y hay retrocesos en el camino.
De igual manera es importante que exista empatía entre el coach y el coachee para generar el nivel de confianza necesario en la relación.
¿A qué se debe la creciente popularidad de esta práctica?
A la efectividad de los resultados obtenidos, ya que atiende la particularidad del individuo sin usar recetas mágicas y reconoce la capacidad del ser humano de decidir y hacerse cargo de sus desafíos.
De igual manera se evidencia un nivel de conciencia en las personas, quienes con mayor frecuencia identifican la necesidad de trabajar en sí mismas.
Dado que en esta época se prioriza la importancia de la calidad de vida de las personas, todas las iniciativas que la favorezcan son bienvenidas y el coaching es una de ellas.
¿En qué áreas profesionales y personales puede ser de utilidad un servicio de coaching?
En términos organizacionales el coaching ayuda en el desarrollo de habilidades blandas como el liderazgo, la comunicación, las relaciones interpersonales, y todas aquellas que permitan alcanzar los resultados, así como generar ambientes de trabajo saludables.
Fuera del contexto laboral el coaching puede servir para clarificar metas, superar obstáculos y definir un plan de acción para conseguir objetivos personales.
Fuentes para realizar esta nota: Sandra Madeleine Castelblanco, profesional Desarrollo Humano, y Yida Arias, jefe Desarrollo Humano de la Universidad Javeriana.
