Las vidas del gato

Hasta 2009 las vidas y las carreras de Cristiano Ronaldo y el “gato” Karim Benzema eran sorprendentemente parecidas. A los dos sus respectivas mamás los alejaron del colegio porque eran víctimas de matoneo por parte de sus compañeros. El portugués por feo y el francés de ascendencia argelina por gordo. Las dos tomaron la misma decisión, los sacaron del estudio y le dieron prioridad al fútbol. Los dos, tras firmar temporadas de excelencia en sus equipos (el portugués en el United y el francés en el Lyon, que era el equipo más importante de Francia en la época) llegaron al tiempo, en el verano de 2009, al Real Madrid. Sin embargo, ahí la cosa cambió para los dos.

Ronaldo llegó como la cabeza visible de los galácticos en su nueva generación; a Benzema le dieron el libreto de un actor de reparto, pero ambos se abrazaron tras conseguir cuatro Champions League, entre otros tantos títulos.

No obstante, la vida de Benzema cambió el 6 de octubre de 2015 durante una concentración de la selección de Francia. Karim entró a la habitación de su compañero Valbuena para advertirle de la existencia de un video sexual en el que él era protagonista y le dijo que podía “presentarle a alguien de su confianza” para “gestionar la situación”. Este alguien era Karim Zenati, amigo de infancia del “gato”. Por lo anterior Benzema fue excluido de la selección de su país durante cinco temporadas, y a finales del año pasado fue condenado a un año de prisión excarcelable y 75.000 euros de multa al ser hallado culpable como cómplice de un intento de chantaje contra su compañero.

Durante ese tiempo Benzema se dedicó a su rol secundario en un Madrid que tras la partida de Ronaldo no terminaba de encontrar su reemplazo, y claramente el “gato” no era el escogido por Florentino Pérez, el presidente que siempre ha ido e irá por las figuras del momento. Tras el fallido fichaje de Mbappé en el verano pasado, Carlo Ancelotti se encargó de convencerlo de asumir el rol protagónico. Dice el bueno de Carletto que la diferencia entre el gato que él dejó y el que encontró está en su vocación de líder. Seguro que el entrenador tuvo mucho que ver en este cambio, pero nunca presumirá de ello.

El caso es que Benzema suma 37 goles y 13 asistencias en lo que va corrido de la temporada, y sus acciones han resultado determinantes en una Champions que parecía destinada a los clubes Estado como Manchester City y PSG, o a lo sumo a algún otro club inglés. Y es que este Madrid, que sigue siendo opulento, se ve pobre ante el poderío de sus rivales de este año.

A sus 34 años, y tras haber asumido en silencio tanto su rol secundario en tiempos de Ronaldo como el calvario y la condena mediática del grave error que cometió, su talento y dedicación le están regalando, a falta del remate de Champions y un Mundial del que, si no pasa nada extraño, será protagonista, el honor de ser el mejor futbolista del mundo, con poco margen para el debate, aunque sea por un ratico. Son las cosas de las tantas vidas de un gato.