Óscar Tunjo y sus peripecias para ser piloto

Desde los tres años tiene el sueño de llegar a la Fórmula Uno, pero se encontró con un deporte elitista en el que el talento no es suficiente.

Juan Camilo Romero Gómez / Twitter: @juankromerog
02 de julio de 2017 - 03:02 a. m.
Óscar Tunjo, piloto colombiano. / Gustavo Torrijos.
Óscar Tunjo, piloto colombiano. / Gustavo Torrijos.

¿Ustedes se imaginan a Nairo Quintana, Radamel Falcao García, Caterine Ibargüen o Mariana Pajón buscando patrocinio para poder competir durante la temporada? Pues este es el caso del piloto Óscar Andrés Tunjo, a quien le ha tocado dedicarse a tocar puertas para conseguir apoyo económico y así mantener vivo su sueño de llegar a la Fórmula Uno. (Lea también: Óscar Tunjo se quedó con la victoria en el circuito de Nurburgring)

El piloto vallecaucano tiene la ilusión de estar en la máxima categoría del automovilismo desde los tres años. Ha seguido todo el proceso para estar en la Gran Carpa, tiene el talento para competir codo a codo con los mejores pilotos, pero su mayor obstáculo siempre ha sido el dinero.

De hecho, en 2013 hizo parte de la escuela de pilotos del equipo Lotus de la Fórmula 1. En la actualidad, sin contar a Red Bull, todos los automovilistas deben pagar o hacer acuerdos con sus escuadras para poder competir.

“En este momento, si quieres llegar a la F1 no basta con el talento. Puedes ser el hijo de Schumacher, pero él también debe pagar para correr en cualquier equipo. A pesar de que en los últimos años hemos hecho un buen trabajo, no hemos tenido las herramientas adecuadas para lograr los objetivos que se quieren”. Una temporada en la máxima categoría cuesta alrededor de dos millones de euros. Tunjo reconoce que es difícil encontrar apoyo en Colombia, por ende, se ve obligado a tocar puertas de inversionistas extranjeros. Así pasa sus días.

Por eso, cada año debe rebuscarse la categoría en la que va a competir la siguiente temporada. Hasta el 2016 se encontraba en la categoría GP3, dos escalones debajo de la Fórmula 1. “No tuve la continuidad, más allá de que un equipo me llamó para que probara el carro con el objetivo de conseguir clientes. Pero un fin de semana cuesta 80.000 euros y no tuve los recursos”, señaló el piloto de 21 años.

Sin embargo, no va a dejar que su sueño se esfume. En 2017, por más que muchos piensen que se alejó del proceso de la máxima categoría, el colombiano consiguió la estabilidad necesaria para mostrarse y mantenerse en la élite del automovilismo. Mercedes le abrió las puertas para competir con la escuadra Kornelly Motorsport en el Campeonato Europeo Special Touring Trophy, división de los premios de Gran Turismo, donde las marcas de alta gama muestran todo su potencial.

En esta categoría se compite durante diez fines de semana y consiste en dos carreras dobles. Por el momento, Tunjo se encuentra liderando el campeonato, en el cual ha conseguido cuatro pole positions, tres victorias y un segundo lugar. “Me voy a dedicar a esto. Gracias a los resultados me están abriendo las puertas. Son carreras que les sirven a las marcas para llegarles al público. El equipo gana 30.000 euros por victoria”, afirma convencido de que este el mejor paso que puede hacer.

De conseguir un fichaje por parte del equipo, la Fórmula Uno no estaría tan lejos. Además, como piloto de fábrica, el viacrucis de todos los años de ir de puerta en puerta mermaría considerablemente. Hoy compite en la segunda carrera del fin de semana con el fin de mantener el liderato.

“El objetivo es ganar el campeonato. Termina en octubre. El equipo está pensando si hace las 24 de Spa. Es una carrera muy importante. Las marcas tratan de mostrar todo su potencial. Son seis pilotos y estar presente cuesta 250.000 euros. Sería muy importante para mí. Si me va bien este año, será mucho más fácil buscar algo para el siguiente”, afirma.

Podrán venir muchos más obstáculos, pero para que Óscar Tunjo baje los brazos será muy difícil. La perseverancia y el ser consciente del mundo en el que se encuentra lo han llevado a rebuscarse diariamente un lugar en el automovilismo mundial. “Lastimosamente, la Fórmula Uno nunca va a dejar de ser un deporte elitista”, concluye el piloto colombiano, sabiendo que, en cualquier otra disciplina y con su talento, no tendría que hacer las peripecias que hace.

Vea más de la entrevista aquí:

@juankromerog

Por Juan Camilo Romero Gómez / Twitter: @juankromerog

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