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Caterine Ibargüen se baña de plata olímpica

El carisma de la colombiana brilla en el espectro del deporte olímpico.

El Espectador
05 de agosto de 2012 - 05:22 p. m.
Caterine Ibargüen se baña de plata olímpica

La atleta colombiana Caterine Ibargüen, que había sido bronce en los pasados Mundiales de Daegu'11, dio un paso más al colgarse la plata en la final de triple salto de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Brilló como lo hacen las grandes la saltadora de Apartadó (12 de febrero de 1984), en una final de magnífico nivel que se llevó la kazaja Olga Rypakova, quien también mejoró una posición respecto a Daegu, donde había sido segunda.

Rypakova, que siempre saltó a continuación de la colombiana, venció con 14,98 metros, en tanto que Ibargüen logró 14,80 para obtener el mejor resultado de una atleta colombiana en unos Juegos.

El segundo puesto de Ibargüen supera el histórico bronce que obtuvo Ximena Restrepo en la final de 400 metros de Barcelona'92.

En Daegu (Corea del Sur) ya logró la segunda medalla de la historia de Colombia en unos Mundiales al aire libre, tras el bronce obtenido días antes por el marchador Luis Fernando López en los 20 kilómetros.

Rypakova dominaba al término de las tres primeras rondas con los 14,98 metros de su tercer salto, acosada por Ibargüen, que había llegado a los 14,67 en ese mismo turno.

La campeona del mundo y de Europa, Olha Saladuha, ocupaba sólo el quinto puesto como segunda ucraniana, con 14,48, y se despedían la veterana rusa Tatyana Lebedeva (cinco medallas olímpicas y otras tantas mundiales), que estaba décima con 14,11, y la cubana Yargeris Savigne, dos veces campeona mundial, novena con 14,12.

Saladuha despertó al final. Se situó segunda con 14,79, así que Ibargüen caía al tercer puesto provisional. El nulo de la ucraniana Hanna Knyazyeva en la sexta ronda garantizaba una medalla para la colombiana, que, con una ambición sin límites, recuperó la segunda plaza con los 14,80.

Ibargüen, quien se dedicó también a la altura, había sido la saltadora que había mostrado más regularidad este curso, puesto que siempre había terminado en el podio, lo que le dio la confianza imprescindible para superar las diferentes situaciones que se dieron durante la gran final.

En la clasificación del viernes, la pupila de Ubaldo Duany había sellado su pase sin problemas, con un único intento en el que voló hasta los 14,42, marca que hoy superó notablemente para bañarse en la plata olímpica.

Ibargüen había acudido a los Mundiales de Helsinki'05 y Berlín'09, así como en los Juegos de Atenas'04, para competir en salto de altura, y no superó la ronda previa y en 2011 comenzó a despuntar en el triple con triunfos y grandes marcas que la hicieron subirse al podio de Daegu, ganar los Panamericanos de Guadalajara y hoy a coronar su progresión con este segundo puesto.

Ibargüen comenzó en el mundo del atletismo a los 12 años y muy pronto vieron que tenía madera de campeona, con lo que convencieron a su abuela paterna, quien crió a la deportista tras la separación de sus padres, para que entrenara este deporte, que la llevó a Medellín a los 14. La entrenadora cubana Regla Sandrino fue la que la convenció para que se dedicara a los saltos.

Primero se dedicó más a la altura, pero sin resultados de relumbrón, con lo que, tras la decepción de no clasificarse para Pekín'08 por poco en triple, salto de longitud y altura, recibió la recomendación del cubano Duany para dedicarse a la primera de dichas especialidades.

El dominicano Luguelín Santos, campeón mundial júnior este año en Barcelona, promete también alegrías para la representación latinoamericana al meterse con una gran autoridad en la final de los 400 metros, tras ganar la tercera y última semifinal.

Santos estará mañana en la última prueba del programa de atletismo, que se disputará a las 20.30 GMT. El atleta dominicano corrió una semifinal espectacular y con un saber estar propio de los más expertos.

Tuvo una buena salida, mantuvo un ritmo alto y llegó a la recta final en la primera posición con tanta claridad que a unos ochenta metros de la llegada incluso se permitió el lujo de comenzar a regular para no desgastar más de lo debido.

Hizo un tiempo de 47.78, con el que superó al belga Kevin Borlee (44.84) y acabó en la cuarta plaza de todos los semifinalistas.

El más rápido fue el trinitense Lalonde Gordon (44.58), por delante del granadino Kirani James (44.59), actual campeón del mundo, y del bahameño Chris Brown (44.67).

El venezolano Albert Bravo se quedó en el camino al acabar séptimo en la segunda serie, con un crono de 46.22, justo por delante del controvertido paralímpico sudafricano Oscar Pistorius.

El colombiano Wanner Miller accedió a la final de salto de altura con una marca de 2,26 metros, obtenida al tercer intento. Aunque se pedían 2,32 le bastó porque ya había los doce exigidos. La lucha por las medallas será el martes a las 18.00 GMT.

En cambio, quedaron eliminados el ecuatoriano Diego Ferríon, el brasileño Guilherme Cobbo y el cubano Víctor Moya, todos con 2,21.

Por El Espectador

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