Un nuevo superhéroe de la velocidad. Con su pedaleo, Chispas le puede dar electricidad a toda una casa. El pedalista ya pasó los 3.000 vatios, superando los resultados de otros deportistas. Los 1,82 metros de altura, 90 kilos de puro músculo, enormes piernas y espalda, pícara sonrisa, con una historia de superación, confianza, fortaleza, perfeccionismo, perseverancia y con seguidores en todo el mundo, son solo algunas de las características que un personaje salido de un cuento puede tener. Sin embargo, el protagonista de esta historia es de carne y hueso y, para fortuna de muchos, es colombiano.
Moldeado para ser una de las figuras más importantes en la historia del ciclismo de pista en nuestro país, Fabián Puerta, o Chispas, como es conocido desde los siete años porque no se quedaba quieto, empezó a hacer deporte por recomendación de su psicóloga para disminuir su hiperactividad.
El hijo de Julio César Puerta y Luz Adriana Zapata pasaba gran parte de su tiempo correteando gallinas en un potrero, cogiendo los caballos de otras fincas para montarse en ellos y escapándose de la casa para jugar Nintendo. “Era demasiado plaga, la profesora siempre llamaba a mi mamá por alguna maldad que yo hacía, ella iba prácticamente todos los días al colegio, terminaba yendo más que yo. El estudio no era lo mío, me tiré como tres años, casi no salgo de eso, aunque reconozco que es muy importante para la vida”, cuenta Puerta.
Como pasa con muchos campeones en Colombia, Fabián salió adelante gracias a su talento, entrega, pasión y constancia, dejando a un lado el poco apoyo y las dificultades económicas que debió enfrentar. Su mamá fue quien le enseñó a montar bicicleta y sus primeros pedalazos los dio con unos zapatos de colegio y una bicicleta prestada.
Para ayudar con las necesidades de la familia, Fabián terminó repartiendo lavadoras y pipetas de gas. “Yo tenía 14 años, estuve en esas casi un año, llegué a donde una señora que resultó trabajando con esos aparatos y yo terminé como repartidor. Todo en la vida sirve y son experiencias que hacen que trabajes día a día para lograr lo que quieres. Además, necesitaba con qué pagar las salidas y los repuestos de la bicicleta”, dice el antioqueño de 24 años.
El ciclomontañismo fue el deporte que le abrió las puertas y el encargado de que empezara a invertir toda su energía en las bicicletas. En esa modalidad estuvo siete años, luego probó con la ruta y finalmente encontró su lugar en la selección de Antioquia de pista, donde John Jaime González, entrenador de Colombia, confió en sus buenos resultados desde el primer momento y no dudó en llevarlo al Campeonato del Mundo en Rusia 2009.
“Fabián tiene una condición física envidiable, él ya hizo historia con todos los títulos y reconocimientos que ha logrado y estoy seguro de que seguirá conquistando más y más triunfos. Él puede estar en un podio olímpico de la velocidad, eso sería histórico para Colombia”, asegura John Jaime.
“Además, Chispas cuenta con una virtud que solo los mejores tienen: no ve a nadie más grande que él, tampoco siente que está por encima de nadie, él iguala su condición y pone la torre de control al mismo nivel de los demás. Le importa la persona como tal, no por si es campeón olímpico o mundial. Por eso no duda y sale a competir con todo lo que tiene, él hace cosas que están por encima de las fuerzas normales”, añade el orgulloso entrenador.
El ciclismo también fue su aliado para conseguir el amor. Después de conocerla en el velódromo de Medellín y luego de cuatro años de noviazgo, Fabián se casó el 26 de abril de 2014 con la también reconocida pistera Juliana Gaviria, hermana del ciclista Fernando.
“Siempre me gustaron la sencillez, la humildad y las ganas de salir adelante de Fabián, es muy profesional y perfeccionista. También es muy autocrítico y eso es fundamental. Muchas veces a los seres humanos nos cuesta reconocer nuestros errores”, dice Juliana. En la casa no cambian mucho las cosas, él es muy comprometido, está muy metido con las cosas del hogar. Le gusta la cocina y cuando no estamos compitiendo compartimos momentos que nos gustan a los dos, como ir a cine, a comer o a visitar a sus papás en el municipio de La Estrella, en Antioquia. Aunque la verdad, a la comida le ha tenido que bajar, era muy comelón”, añade el amor de Fabián.
¿Momentos felices? Cada vez más, Fabián es orgullo para su familia y para todo un país, él recuerda de manera especial cuando mencionaron su nombre para subirse al podio y recibir la medalla de plata del keirin en el Campeonato Mundial de Pista, en Cali 2014. Pero al contrario, habla con mucha tristeza del Mundial de este año en Francia, por su aparatosa caída y los malos resultados que tuvo.
Sin embargo, el 2015 le deja a Fabián muchos títulos y satisfacciones, pues finalizó primero del keirin en el ranquin de la Unión Ciclística Internacional, gracias, entre otros, a los primeros lugares conseguidos en la Copa Mundo de Cali, en el Campeonato Panamericano de Pista, en Santiago de Chile, en la Cottbuser Sprint Cup en Alemania y en los Panamericanos, en Canadá, preseas doradas que ya están en el cofre de medallas de la familia Puerta-Gaviria, donde Chispas también guarda el recuerdo de su primer lugar en los Bolivarianos, Suramericanos y en los Centroamericanos y del Caribe.
El superhéroe colombiano que es capaz de darle electricidad a una casa con su pedaleo y emocionar a miles de colombianos que esperan verlo en lo más alto del podio, ya está clasificado a los Olímpicos 2016, donde espera conseguir un nuevo título y por eso trabaja cada día para lograrlo. El cofre de las medallas seguirá creciendo, a Flash le salió competencia y la chispa cada día va creciendo.