Nuevo episodio de violencia en el fútbol profesional colombiano. Este domingo, el clásico entre América y Nacional tuvo que ser suspendido, luego de los enfrentamientos entre la barra del cuadro verdolaga y la policía en las tribunas del Estadio Atanasio Girardot y sus alrededores.
Desde la mañana de este domingo, la situación entre la barra “Los del Sur” y la dirigencia del cuadro antioqueño era de mucha tensión. Los barristas llevan protestando varios meses por diferentes medidas tomadas por la organización que preside la institución y que les han quitado varios beneficios económicos.
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Los barristas, ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con la dirigencia verdolaga, ya habían amenazado con desmanes en el partido con América, uno de los clásicos más relevantes del país. Y en medio de las discordias entre las dos partes, finalmente los incidentes en el estadio antes del compromiso llevaron a la suspensión del juego.
La decisión la tomó la policía, en primera medida, ante la falta de garantías de seguridad, una vez se descontrolaron los enfrentamientos entre barristas y el ESMAD.
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Después, fue la Dimayor la que confirmó que el partido no se jugaría este domingo y tendría que reprogramarse a puerta cerrada por las complicaciones en el calendario. La violencia no cesó, aun evacuado el estadio, y los primeros reportes de los responsables señalan decenas de heridos y varios capturados de la barra del cuadro de Medellín.
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