Los clásicos son los partidos que nadie quiere perder. No hay un partido igual y son 90 minutos aparte. No importa si uno está en los últimos lugares de la tabla y el otro acaba de salir campeón: se juega a ganar. O eso pensaban los hinchas de Millonarios y Santa Fe sobre el clásico del sábado por la décima fecha de la Liga BetPlay 2025-II.
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La previa prometía mucho: Millonarios llegaba en recuperación tras haber sido colero; Santa Fe, con altibajos pese a haber sido campeón en el primer semestre. Se trataba, además, de la revancha del último clásico, cuando los cardenales clasificaron a la final que les dio su décima estrella.
En el caso de Millonarios, el partido era más que una oportunidad para sumar. Era, también, un momento para empezar a reconciliarse con su gente, que ha venido acumulando frustración por los malos resultados, la falta de refuerzos de jerarquía y una desconexión evidente entre la tribuna y la dirigencia.
El clásico era una oportunidad para al menos recortar distancia con los ocho, pero terminó siendo otro capítulo de una crisis sostenida. En la cancha todo fue decepción. El 0-0 fue un reflejo del pobre desempeño colectivo: sin gol, ideas ni emociones. La rivalidad se vivió más en las tribunas que sobre el campo.
Los Comandos Azules montaron un show de pirotecnia y cantos, mientras que la Guardia Albi-Roja respondió con un trapo provocador: “La guardia solo tira aguante y carnaval”, en respuesta a la protesta simbólica de los hinchas azules lanzando sus zapatos.
Millonarios presionó en el arranque y generó algunas opciones, pero le faltó puntería. Santa Fe, incómodo, tuvo llegadas sin éxito. En la segunda parte, la más clara fue azul: Jorge Cabezas Hurtado quedó mano a mano con Andrés Mosquera Marmolejo, que respondió con seguridad. El juego se fue diluyendo entre la falta de ideas y el roce constante.
El cierre tuvo más polémica que fútbol: una mano dudosa de Stiven Vega encendió los ánimos. Jorge Arias y Danovis Banguero fueron amonestados por protestar, e Iván Arboleda, arquero suplente azul, terminó expulsado desde el banco. Santa Fe solo remató una vez al arco —un tiro libre de Hugo Rodallega al 90 + 4— y el empate dejó una chiflada para ambos equipos.
“Nos faltó el gol, pero el esfuerzo de cada uno es de destacar. (...) El grupo va asimilando muchas cosas”, dijo Hernán Torres, técnico de Millonarios.
“Tenemos altibajos (...) pero vamos aprovechando como agua en el desierto el tiempo de trabajo”, aseguró Jorge Bava, DT de Santa Fe.
Millonarios terminó con tres remates al arco, Santa Fe con uno. La posesión fue azul (52 %), pero sin peso ofensivo. El clásico 323 no será recordado por su juego, pero sí por evidenciar el bajón azul y las dudas del campeón.
Con el empate, Santa Fe quedó octavo con 13 puntos. Millonarios sigue en el puesto 18 con solo ocho unidades de 27 posibles.
El próximo partido azul será el miércoles, en El Campín, ante Deportivo Pasto (reprogramado de la fecha 2), mientras que Santa Fe jugará el martes la vuelta de los octavos de final de la Copa BetPlay frente a Alianza Valledupar en Bogotá. La serie va 1-1.
Otros resultados de la fecha de clásicos
En el Pascual Guerrero, América de Cali no logró imponerse ante Deportivo Cali. El empate sin goles estuvo marcado por las protestas de la hinchada escarlata, que volvió a expresar su malestar con el equipo y la dirigencia, quedándose afuera del estadio.
En Santa Marta, Unión Magdalena venció 3-1 a Junior de Barranquilla y consiguió su primer triunfo del año como local. A pesar del buen resultado, el Ciclón Bananero sigue en zona de descenso con un promedio de 0,73, compartiendo los últimos lugares con Envigado, que hasta el momento serían los dos equipos descendidos.
En Villavicencio, Llaneros superó 1-0 a Deportes Tolima con gol de Carlos Barreiro al minuto 34. El equipo de la media Colombia elevó su promedio a 1,23 y se mantiene en la casilla 14 de la tabla del descenso, lejos del peligro.
En Manizales, Once Caldas derrotó 1-0 a Deportivo Pereira en el clásico cafetero. El gol fue de Jefry Zapata, quien fue expulsado minutos después. La hinchada blanca también fue protagonista: la barra Holocausto Norte sorprendió con un tifo temático de cazafantasmas y un guiño a la Copa Libertadores de 2004, un recuerdo imborrable para el club albo.
Además de lo sucedido con Atlético Nacional e Independiente Medellín en el Atanasio Girardot, no queda duda de que los clásicos en la Liga BetPlay siguen siendo mucho más que 90 minutos. Aunque el fútbol no siempre esté a la altura de la historia de estos clubes, en las tribunas el fervor sigue intacto. En la cancha, en cambio, hay deudas pendientes.
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